Aunque algunos se lleven las manos a la cabeza, desde Rincón del Músculo os sugerimos no eliminar del todo los lácteos de la dieta, cosa que es complicada, pero sí reducir al mínimo su consumo. Estudios realizados por la prestigiosa universidad de Hardvard, nos confirman que la leche animal es más perjudicial que beneficiosa para nuestra salud.
Una vez dejamos nuestra época de lactancia, somos el único animal que sigue consumiendo lácteos durante el resto de su vida. Bien por hábito, o bien por creencia de necesidad. Es más, consumimos leche de otras especies, cosa que agrava más la norma, pues cada leche esta “preparada” para cubrir las necesidades de sus crías, siendo ésta superior en grasas y proteínas a las necesidades humanas.
¿Qué nos venden? Actualmente la industria láctea, en constante desarrollo de marketing, nos vende la leche con calcio, con fibra, con omega 3, con “lacteo bacilus casei inmunitas”. Productos de Show TV, con el único fin de atrapar al consumidor y que cada vez distan más del producto original en sí.
¿Para el crecimiento? ¿Realmente creeríamos que, si no bebemos leche no crecemos? Para “crecer”, o bien progresar en nuestra dieta, no nos hace falta leche. El calcio que nuestro cuerpo requiere lo podemos tomar de otras semillas y alimentos.
Un estudio revela 8 grandes problemas por consumir lácteos:
- La osteoporosis, paradójicamente es un problema relacionado por el consumo en exceso de lácteos.
- Los lácteos aportan a la dieta excesos de grasa y colesterol.
- Diversos tipos de cáncer son relacionados al consumo de lácteos, el de ovario o el de próstata, por ejemplo.
- La diabetes de tipo 1 está asociada al consumo de lácteos.
- El consumo de leche No nos garantiza de manera fiable la absorción de la vitamina D.
- Intolerancia a la lactosa.
- Las proteínas, las grasas, grasas saturadas y azúcares de la leche.
- Las hormonas que se le inyectan a las vacas para mayor producción de leche.
¿Los lácteos nos ayudan a mantener huesos fuertes? La respuesta es NO
Podemos reducir el riesgo de osteoporosis disminuyendo el consumo de sodio y proteína animal en la dieta, con un consumo de calcio procedente de vegetales como hortalizas de hojas verdes, las legumbres y los frutos secos, también debemos aumentar el consumo de fruta en nuestra dieta para obtener las vitaminas A+D.
Una buena opción para sustituir la leche animal, es la de soja o la leche de almendras, siendo el consumo de ésta mucho más beneficioso.
Si realmente queréis obtener un mayor progreso en vuestra dieta o simplemente por salud y sentiros bien desde Rincón del Músculo os recomendamos que apartéis la leche de vuestra dieta o dejadla para esos días “trampa”. No la toméis por rutina, no os hace falta.
Para más información, podéis visitar este artículo, donde encontraréis un vídeo en el cual una profesional explica este tema con más detalle.
¡No dudéis en comentar o escribirnos! ¿Alguna duda? ¡Contáctanos, estamos a tu servicio!