Una de las herramientas fundamentales a la hora de multiplicar nuestra productividad personal es nuestra fuerza de voluntad.
El problema es que ésta, como herramienta, quizá no esté preparada y con una puesta a punto capaz de responder ante las necesidades que se le presenten.
Por eso, como una forma de engrasar y afilar esta herramienta, debemos complementarla y ayudarla con pequeños pasos previos que pueden suponer un gran cambio al final.
Distractores ¿Qué son?
Por distractor entendemos aquel elemento que nos fuerza a cambiar de foco y, por tanto, a perder la concentración de lo que estamos haciendo.
Existen dos tipos de distractores:
- Los distractores internos: son aquellos que tienen que ver con nuestro propio estado mental y nuestra capacidad de concentrarnos. Un problema familiar, de pareja, laboral, etc. que contínuamente está pasando por nuestra cabeza es un ejemplo claro de distractor interno.
- Los distractores externos: relacionados con los elementos a nuestro alrededor que pueden desconcentranos.
¿Cómo evitarlos?
Hoy nos vamos a fijar en los externos porque son, en mayor medida, los que podemos más fácilmente erradicar de nuestro entorno.
Cuando nos decidimos a comenzar una tarea el paso previo que debemos realizar para estar en condiciones de alcanzar un buen grado de concentración en ella es eliminar de nuestro alrededor todos y cada uno de los elementos que consideramos posibles distractores externos.
Os pongo una lista ejemplo:
- Teléfono móvil: apagarlo o, al menos, colocarlo en silencio para que ninguna de sus notificaciones nos afecte durante el tiempo que estamos trabando.
- Televisión y otros dispositivos: En la actualidad disponemos de un sinfín de aparatos que pueden terminar por distraernos. Apagados.
- El ordenador: Asumo que muchos de los que leéis esto tenéis que trabajar por fuerza con un ordenador y, por tanto, queda descartado apagarlo, pero…:
- Deshabilita cualquier tipo de notificación.
- Cierra todos los programas de mensajería instantánea (incluso los que vienen integrados en las aplicaciones web).
- Evita entrar en ninguna red social salvo que sea imprescindible y en tal caso céntrate en la tarea que vas a realizar.
- Si trabajas con música, prepárate de antemano una playlist que supere con creces el tiempo que tienes pensado dedicarle al trabajo.
Al final todo esto reduce a que elimines de tu alrededor todo aquello que consideres que en un determinado momento puede hacerte cambiar de contexto y, por lo tanto, perder el hilo de lo que estabas haciendo.
Son sólo ejemplos y eres tú el que debes adecuarlo a tus necesidades.
En mi caso estoy empezando a ocultar la barra de inicio para no centrarme en el reloj y no preocuparme más que de aquello que estoy haciendo.
Esto sólo es el paso previo y en nada garantiza alcanzar los objetivos propuestos: detrás queda mucho más trabajo que realizar. El siguiente paso lo tenéis excelentemente explicado en este artículo sobre consecución de metas (http://psicoesfera.wordpress.com/2013/09/10/el-ano-empieza-en-septiembre-consigue-tus-metas/).