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Élisa, de Jacques Chauviré .

Publicado el 19 marzo 2014 por Meg @CazaEstrellas
 "Entre la más tierna infancia y la muerte de quienes hemos amado, discurre la vida. Poca cosa, en resumidas cuentas."
Élisa, de Jacques Chauviré .Este breve título de 64 páginas captó mi atención por ser de contenido autobiográfico. ¿Quién era Jacques Chauviré? Era médico de cabecera (1.915-2.005). Un médico que creía tener vocación y estar preparado para enfrentarse a la muerte, a la enfermedad y al sufimiento. Pero no fue así. Su profesión le afectaba psicológicamente. La alegría de sus éxitos, las curaciones, no compensaban su desesperanza. ¿Cómo evadirse ante tal panorama? Escribiendo.Chauviré tuvo el impulso de escribir a Albert Camus, a quien admiraba. En una de sus cartas le envió un relato de dos páginas, y su sorpresa fue que Camus le animó a seguir escribiendo.  Nunca dejó su profesión, vivía de ella, pero siguió el consejo recibido.Con estos antecedentes, y la sensibilidad que parecía poseer este señor, empecé la lectura de este pequeño tesoro. "Élisa" (errata naturae) nos cuenta la infancia del autor, una historia ambientada sobre el fondo gris de la Primera Guerra Mundial. El padre de nuestro protagonista  muere en la guerra, por lo que Jacques, de cinco años, junto a su hermano mayor y su madre, se van a vivir a casa de sus abuelos. 
La madre de Jacques está destrozada tras quedar viuda,  se encuentra en un pozo del que no logra salir,  lamentándose constantemente por lo sucedido. Seguramente sea ese estado permantente depresivo el que le impida ver más allá de sus narices y ver de qué forma afecta a su hijo su actitud. Sirva de ejemplo comentar que llega a cambiar el nombre de su pequeño, que deja de llamarse Jacques para llamarse Ivan (Vanvan, cariñosamente), como su difunto padre. 
 "Tampoco podía servirle a mamá de sustituto de mi padre, si bien a veces ella parecía esperar que así fuera. Entonces, ante tanta confusión y angustia, acababa por echarme en sus brazos y llorábamos juntos"Jacques está muy apegado a su madre, por lo que es inevitable que acabe interiorizando la ansiedad y la tristeza que esta proyecta en él. El pequeño siente que debe asumir un papel que no le corresponde, y todo porque la madre hace recaer sobre él todo el peso del luto." Yo no tenía del todo clara mi identidad. Había sido Jacques, Ivan, y luego Vanvan. De momento, la cosa quedaba ahí. Debía parecerme a ese padre que no había conocido. En resumidas cuentas, yo estaba duplicado: tenía que ser yo y mi padre."
Llegados a este punto más de uno de preguntará quién es Élisa y qué tiene que ver en todo esto. Élisa es una joven criada contratada para ayudar a otra que ya tenían. El pequeño  Jacques se enamora perdidamente de ella desde que la ve. Ante una abuela severa y una madre traumatizada, la muchacha, simpática y cercana, supone  un soplo de aire fresco para nuestro protagonista, que pasa junto a ella el máximo tiempo posible.Jacques es un niño muy sensible, impulsivo, sentimental, afectivo, necesitado de cariño, de pequeños gestos como abrazos, caricias, una mano a la que aferrarse. Por eso, queda a la interpretación del lector pensar si Élisa es el primer amor infantil del niño o si constituye ese refugio maternal que echa en falta. He disfrutado mucho de esta historia, con un final conmovedor, y con un protagonista que deja huella. Me ha encantado conocer al autor en esa etapa de su vida. Os lo recomiendo. Dadle una oportunidad. " Nunca me basté a mí mismo. Siempre he necesitado a otras personas, no tanto en espíritu o palabras como en la mera presencia carnal."

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