Muy interesante la serie que está marcándose David Lema en El Mundo con la excusa de "Sujétame la columna". La del lunes pasado a Bustos fue magnífica, con este párrafo que explica bien la emergencia de las clases medias surgidas fruto de la emigración interior de los cincuenta, sesenta y setenta:
Mis hermanos y yo no nacimos con ninguna privación, pero tampoco con los privilegios de la gente con la que nos rodeábamos, y eso fue muy educativo. Con 12, 13 años ya notas que no gozas de la misma posición que los compañeros del aula y eso me generó un cierto desdén hacia los marcadores de clase materiales y un orgullo hacia los marcadores de élite intelectual. El orgullo de pertenencia con el que yo fui educado nunca estuvo en lo material, sino en el orgullo de ser el mejor: la mejor persona, el mejor estudiante, el más piadoso, el que más lee... A mi alrededor había una cultura de la excelencia virtuosa y crecí con el ejemplo de unos padres a los que era difícil encontrar un defecto.
Pues eso...