Y yo, que solía desangrarme por el mundo,
ahora bebo de tu sangre.
Soy la muerta en este entierro, sí,
los he engañado a todos.
Todo este tiempo estuve muriendo
tan sólo por vivir.
También yo he sido engañada,
supongo que hice lo mejor que pude.
Estuve invocando al absolutismo
y encontré grandes verdades
que viven en mi pecho y mueren en mi boca.
Estuve jugando con la tierra,
y se me ocurrió enterrarme.
Me dí cuenta que en la suciedad también se vive.
Hasta que dejas de hacerlo.
Y yo, que vivía en el cielo y era Luz,
no fui expulsada del paraíso,
yo misma renuncié a lo divino
para recorrer la ruta menos transitada
prendiéndome fuego en el camino.
No diré que caí del cielo,
lo cierto es que yo misma salté
para poder despertar de aquel sueño,
ahora sólo tengo pesadillas
(tal vez no son más que la realidad).
por los pecados en mi cabeza.
Siempre parada en la puerta,
siempre bloqueando entradas,
siempre inmersa en la vigilia.
Para entrar al infierno el precio es alto.
Besar a Lucifer, darle tus lágrimas
hasta secarte, beber el elixir
mientras recibes sus caricias en el pelo.
mientras Soledad y Silencio
es la mano derecha de Dios
haciendo el trabajo sucio.
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