Desde hace decenios el tema del peso en los niños no deja de sorprender a científicos, legos y familias enteras. Gracias a eso los pediatras podemos vivir/malvivir de las "neuras" de los papis de los niños que "no comen". Normalmente, cuando los niños son pequeños/bebés a los padres y familiares les siguen gustando los niños rollizos pero se desesperan con el cambio fisiológico que se produce en su figura a partir de los 4-5 años; se vuelven escuchimizados con el costillar marcado y piernas de palillo hasta la adolescencia y, a partir de ella, con el estirón, empiezan a comer desaforadamente y tienen "mejor pinta".Hoy en día los pediatras y la sociedad están más preocupados por el exceso de peso y la obesidad de los niños y jóvenes. Lo de los adultos ya es un escándalo y los métodos de adelgazamiento ya sean médicos/dieta o quirúrgicos estan a la orden del día excepto en aquellas familias económicamente pobres que, desgraciadamente, su adelgazamiento es por falta de alimento.
En la consulta me encuentro, y así está descrito en la bibliografía médica, con niños delgados comedores quisquillosos que tienen poco interés en los alimentos. Estos "pájaros" desesperan a sus familiares pero, curiosamente son rápidos, activos y ágiles. Hoy día sabemos que la genética tiene importancia capital para la obesidad pero también para la delgadez (las familias es tan genéticamente predispuestas una u otra tendencia) Los que son delgados "de fábrica" no se arreglan intentando darles de comer más o con más calorías; siguen escuálidos, hasta el resto de sus días según palabras del doctor Keith-Thomas Ayoob, profesor de pediatría en el Albert Einstein College of Medicine en Nueva York.
Fíjense en este dato tan curioso: mire el puño de su hijo y eso es aproximadamente el tamaño de su estómago. Visto así los padres sobreestiman la cantidad de comida que le cabe en el "buche". Otra buena medida de "no pasarse" es darle una cucharada de comida por la edad. Por ejemplo, a un niño de 2 años de edad se le han de ofrecer tres diferentes alimentos por comida y, por tanto, tomará un total de seis cucharadas por comida. Al dar de comer a un niño hay unas reglas de sentido común:
- Mantenerse flexible ... pero consistente. Si un niño prefiere comer el cereal seco por un lado y la leche por otro, no hay ningún problema ya que todo va a parar al estómago.
- Horario regular y cronometrado. Con media hora o tres cuartos tiene de sobras para comer, pongan un reloj de cocina para que sepa que "se ha cerrado el restaurante" a partir de ahí ya no puede tomar nada más que agua hasta la siguiente comida. Nada de picoteo.
- Alimentos de calidad y no de de calorías "chatarra" como poner nueces en un yogur
- Los niños con sobrepeso suelen beber líquidos altos en calorías pero no dan sensación de plenitud. Por lo tanto: prohibidos.
- No forzarlo. Algunos son tan listos que aprenden a provocarse el vómito
- A los más mayorcitos no hacerles una comida diferente a la de los padres y hemanos
- Si come bien el cole -aunque crea que los maestros no le dicen toda la verdad- y no en casa, el problema esta en casa; enfrentamiento padres-hijo
- Los papis ¿también comen bien y de todo? o son unos tiquismiquis ridículos. Yo conozco a muchos
- ¿Hay prisas y gritos a la hora de comer? Algunos no pueden comer tan rápido como los que engullen y se ponen como tocinillos
