[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Como una gota congelada en su caída; un instante de espesa introspección: Así es la Euforia entendida por los Elle Belga. José Luis García y Fany Álvarez han desenmarañado las tramas de su enorme trabajo anterior, El Refugio, para presentarnos una obra hermosamente minimalista. La dúo ha llevado un paso más allá su afán experimental sin con ello dejar de lado los matices norteños que se han enseñoreado en toda la extensión de su carrera.
Euforia se grabó artesanalmente entre los estudios ACME de Avilés y el caserón familiar del binomio García/Álvarez y como no podía ser de otra manera el resultado respira a través de las vibraciones de lo orgánico. Cortes instrumentales -a modo de interludios- como Poseidonia 20 pm y Amatista 23 pm dan los acentos y la perspectiva necesaria para asimilar los sonidos preciosistas de Ahora y El Juego. Euforia tiene ciertamente la virtud de llevar al oyente a ciertas cotas emocionales, de la mano de un contenido profundamente humanista que roza lo terapéutico. Elle Belga se supera y nos supera con un artefacto sonoro que es mucho más que un disco.