¡Podemos perder todo! Desde el simple hecho de que ganen una mayoría simple, algo así como 80 y tanto diputados de los más coñoemadres obedeciendo al Chúo Torrealba, o peor aún se monten en verdad en eso que llaman una mayoría calificada, creo, unos 110 escuálidos votando en contra de todo lo que el chavismo proponga con sólo recibir una orden de Lorenzo Mendoza o de algún güevón gringo para que el Mendoza le haga el coro con la entrega de la Guayana Esequiba a la Exxon Mobil a cambio de un préstamo del FMI para privatizar el aire.
Ellos quieren el poder para salir del chavismo de una
Pero el “todo” que podemos perder no se queda nada más allí, en esas arrecheras que pasaríamos al ver en vivo y en directo cómo los escuálidos acoñacean a los nuestros por el canal de la Asamblea o a María Corina Machado como presidenta de ésta y mandando a callar la boca a Diosdado Cabello, no. Resulta, compae, que el poder en la Asamblea Nacional, ese poder por el cual van los escuálidos el 6 de diciembre sí sirve pa algo más arrecho y que ellos quieren. Sirve hasta para salir de Nicolás Maduro si ellos se lo proponen, si ellos se la juegan bien. Porque tenemos que estar, o creo que estamos claro en algo: ellos quieren ese poder para salir del chavismo de una.
Por ejemplo, con una mayoría en la Asamblea los escuálidos elegirían a los magistrados del TSJ (Tribunal Supremo de Justicia), y como es el máximo tribunal tendría poder para enjuiciar al Presidente y hacerlo renunciar. Elegirían también a los miembros del CNE y nosotros los chavistas nos tendríamos que calar a Delsa Solórzano como presidenta del CNE y no tendríamos el control de la organización de las elecciones. También pueden abrir un debate para desconocer al Presidente y acusarlo de narcotráfico, o que es colombiano o cualquier mamarrachada de esas acusaciones que ya han llevado hasta a la corte celestial o lo que sea, y como (en el supuesto) serían mayoría a la hora de votar ganarían ellos. Mínimo, si pasa esa vaina, tendríamos de verdad un conflicto, un desmadre de proporciones inimaginables en las calles, ahora sí, con el Estado dividido: un tolete pa ellos y otro pa nosotros. La Asamblea desconoce a Nicolás y Nicolás desconoce la Asamblea porque, mire, no nos vamos a dejar joder, y los pacos de ellos buscando atrapar al Presidente y los nuestros metiéndolos presos a ellos en el mejor de los casos. Así empiezan las guerras.
Así, compaes chavistas, porque esto es pa los chavistas, no vengan con esa lírica de que no va a salir a votar el 6 de diciembre, que si porque no consigue Ace o Ariel de pepitas azules pa lavarse los interiores o aquel desodorante que escogió pa oler bonito los viernes en la noche. Que si no va a salir a votar porque ahora en la Andrés Bello, porai en la Urdaneta, se hacen más colas que antes en la Cuarta o que su novia lo dejó porque ahora no le consigue ese chocolate tan rico de la Nestlé o porque todos no cabemos en el bus rojo (Yutong) que va pa Ciudad Varyná o Borburata después de las 7 de la noche, no, si usted no va a votar el 6 de diciembre, diga la verdad: usted se cansó porque no estaba claro. Por eso el triunfo del 6 de diciembre será para Chávez y se lo daremos nosotros, los chavistas duros, los que ya fijamos posición y no andamos con culipandeos.