Este artículo es mi modesta contribución a esa gran revista que es Delirio. Y que como ayer comentaba, su último número está dedicado a los pecados capitales.
Elegí la pereza, aunque les puedo asegurar que hasta hace pocos años he trabajado como el que más, eso sí, por necesidad. Naturalmente me refiero al trabajo asalariado no vocacional.
Así es que aquí les dejo con el artículo. Espero que les guste:
Elogio de la holganza
Desde pequeños nos socializan ensalzando el trabajo, haciendo de esta infame carga una virtud. Trabajar es una necesidad para quien no tienen otros medios de obtener recursos, pero de ninguna manera es un bien que hay que cuidar. Hoy el trabajo es escaso, y eso es una desgracia, pero no porque sea un placer, sino porque es una necesidad, si no tienes recursos, que te permita vivir o sobrevivir.
El derecho a la pereza es un derecho que debería estar recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Si el artículo 23 habla del derecho al trabajo, debería haber otro que proclamara el derecho a la pereza. Todas las conquistas sociales han ido en la dirección de conseguir tiempo libre, de trabajar menos.
La pereza siempre, al contrario que el trabajo, ha tenido muy mala prensa. Y esto ocurre porque estamos en una sociedad donde el trabajo de muchos hace ricos a los poderosos, porque sin el trabajo, ¿qué sería de los botin, los ortega, las koplowitz? ¿O es que no se han hecho ricos con las plusvalías producidas por sus trabajadores? Ellos y sus mensajeros mediáticos son los que siempre han apoyado y apoyan, de forma interesada, el trabajo como si fuera una virtud.
El trabajo es una carga, sin duda. Salvo aquellas tareas vocacionales, que de contar con medios, se seguirían haciendo de forma gratuita.
Y ya está bien de oír que:
- El trabajo es salud. Alguien tendría que explicar porque los hospitales están llenos de trabajadores.
- Ganarás el pan con el sudor de tu frente. No seré yo quien diga que sudar no es bueno, pero ¿trabajando? ni de coña. Se suda en una playa en agosto tumbado a pleno sol. Jugando un partido de fútbol. Estudiando cómo se llega a fin de mes. Y si se suda trabajando es porque a la fuerza ahorcan.
- El que algo quiere, algo le cuesta. ¿Y...? Si cuesta esfuerzo o hay que trabajar para conseguirlo, lo mejor es cortar el deseo, de raíz.
- No hay mejor herencia que trabajo y diligencia. Vamos que vas al notario y abren un testamento y te dicen que lo que te han dejado es trabajo y diligencia y, aunque se trate de tu padre, te cagas en sus muelas, fijo.
- El que de mañana se levanta, su trabajo adelanta. O sea que encima hay que levantarse temprano para hacerlo antes. ¡Vamos, hombre!. Si me levanto temprano es para tener más tiempo para holgar, y punto.
- Si el ocio te causa tedio, el trabajo un buen remedio. Pero vamos a ver, ¿hay algún subnormal al que el ocio le cause tedio? Hay que estar muy mal de la azotea. Lo que causa esfuerzo y tedio son la mayoría de los trabajos, o sea que no nos engañen. El ocio es el estado natural, otra cosa es que no podamos dedicarle todo el tiempo que quisiéramos.
Si la cosa es sencilla, ¿alguien me puede decir quiénes son los que viven mejor? Los que no trabajan en su vida, los que han tenido medios para poderse permitir vivir del cuento. Esos son los que viven de miedo. Los que no dan palo al agua. Los que tienen tiempo para todo.
Hay quien piensa que son los ricos los que viven mejor. Depende. Tener recursos te da la posibilidad de poder hacer más cosas, pero, ¿cuántos millonarios no tienen tiempo sino de conseguir más dinero? ¿para qué lo quieren si no lo pueden disfrutar?
Trabajar es un mal que tenemos que padecer los que nacemos pobres, pero que no nos vengan con milongas, poniéndolo como lo mejor del mundo. Y la historia demuestra que mientras que gente muy sabia, pero triste de solemnidad, ha dedicado loas al trabajo:
- El trabajo y la lucha llama siempre a los mejores. Séneca
- No es el trabajo lo que envilece, sino la ociosidad. Hesiodo
- Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama. Aristóteles
- No basta trabajar, es preciso agotarse todos los días en el trabajo. Auguste Rodin
- Cuando he estado trabajando todo el día, un buen atardecer me sale al encuentro. Goethe
Los cachondos, los simpáticos, los alegres, justo han defendido lo contrario:
- Mira si será malo el trabajo, que deben pagarte para que lo hagas. Facundo Cabral
- El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer. Oscar Wilde
- Algo malo debe tener el trabajo, o los ricos ya lo habrían acaparado. Cantinflas
- Me gusta y me fascina el trabajo. podría estar sentado horas y horas mirando a otros cómo trabajan. Jerome Klapka Jerome
- El trabajo es una invasión de nuestra privacidad. Woody Allen
Ustedes verán lo que hacen, yo desde hace tiempo lo tengo decidido, me quedo con los últimos. Y me voy a holgar, que tengo que seguir practicando.
Salud y República