¿Existe más silencio en el espacio o en un mar vacío? Gravity y All is lost están conectadas por el silencio y por el diferente tratamiento que de él hacen sus directores.
Al principio de la obra de Cuarón se lee: "No hay nada que propague el sonido. [...] La vida en el espacio es imposible". Mientras, suena música. La composición de Steven Price acompaña la información de igual forma que hace a lo largo del metraje con los personajes. No hay un ápice de silencio, pese a la contradictoria declaración de la protagonista sobre lo que más la impresiona del espacio: "El silencio, podría acostumbrarme a él", confiesa mientras sigue resonando el hilo musical.
Por su parte, All is lost empieza con un silencio abrumador, sólo roto por los sonidos del mar. El rótulo que da paso al film es meramente situacional. No hay música, apenas sonido. El silencio reina, sólo quebrado por la voz de un Robert Redford, que parece despedirse. Más allá de esa escena apenas se le vuelve a escuchar. A partir de entonces sí hay música, pero hasta las notas de Alex Ebert encierran algo de discreción (casi siempre acompasadas con el entorno).
El silencio es el lazo que une y el muro que separa Gravity y All is lost. Mientras los personajes de aquella hablan constantemente, incluso en la absoluta soledad; el de ésta no lo hace nunca, salvo en el momento más crucial de su odisea. Mientras el guión de los Cuarón, repleto de frases vacías, resta credibilidad a sus personajes ( sobre todo un George Clooney afiliado a la broma innecesaria); la escritura de Chandor, limpia, cruda y sin alardes, crea un personaje con miedos, dudas, un ser humano que contagia su crisis desde su sobriedad.
Chandor aboga por una forma sigilosa de hacer. Hasta su puesta en escena se puede interpretar como un elogio al silencio. El director dispone un personaje del que no se conoce absolutamente nada. ¿Qué hace solo en mitad del mar? ¿Por qué está allí? ¿Y su familia? Existe una elipsis absoluta en torno a él. Ni sabemos, ni es necesario que sepamos. All is lost cuenta la supervivencia de un hombre en mitad del mar, su reacción cuando considera todo perdido. Y el silencio que lo envuelve todo. Hasta ese momento final de reconocimiento de la derrota es un canto al sigilo. Gravity, por su parte, sostiene lo contrario. Desde los primeros minutos, el soberbio plano secuencia con el que se inicia la película se completa con diálogos de los personajes. Sabemos así, muy pronto, que Kowalski realiza su última misión espacial y Ryan la primera. Conocemos que ella vive sola porque su hija murió. Existe una voluntad del director de conectar emocionalmente por la vía rápida a personajes y espectador.
En otro sentido, la puesta en escena de Cuarón y Chandor, pese a semejarse en ocasiones (movimientos de cámara de flotación y vaivenes), difieren en el enfoque de sus miradas. Si Cuarón se regodea en mostrar el rostro partido de un personaje muerto, Chandor simboliza la herida en el casco del barco abierto o en una brecha sobre el rostro de Redford. El norteamericano basa su propuesta en el cuerpo del actor; no necesita ningún énfasis para transmitir su idea de infierno. El mejicano, en el artificio.
Coexisten, además, distintas miradas hacia la heroicidad. E incluso ahí el silencio habla. En Gravity hay un heroísmo tan sonoro que acaba por vaciarse a fuerza de grandilocuencia y frases hechas; All is lost ni siquiera indaga en esa condición del héroe y si lo hace en algún momento, es fruto de la acción. Nunca Redford tiene un gesto que evidencie una elevación. Bullock, al contrario, sí es magnificada en diversas ocasiones, como el contrapicado de cierre.
Son Gravity y All is lost obras que guardan muchas semejanzas, pero también diferencias fundamentales. Dos tratamientos del silencio completamente antitéticos. Dos ideas de puesta en escena que chocan: una sobrecargada, otra totalmente ponderada. Dos cineastas que hacen "flotar" cámara y personajes para acercarse de formas radicalmente opuestas al heroísmo e infierno humanos.
WRITTEN BY
Jesús Villaverde Sánchez
Periodista y escritor. Crítico de cine y literatura. Showrunner del magazine seriéfilo @OchoQuinceMag