Eloísa

¡Hola queridos locos entre cuerdos! Os estaréis preguntando, o a lo mejor no, qué ha sido de mí. Bueno, desde mi anuncio a principio de mes sobre que volvería a publicar en el blog, ha sido poco el tiempo que he tenido para ello. Parece que el universo confabula contra mí jajajajaja. Pero la razón de mi ausencia, tanto en este blog como en el resto, es muy simple.
Desde hace casi una década a mi abuela materna le diagnosticaron Alzheimer, pero no sé si alguno de ustedes conocerá de primera mano esta enfermedad, pero no tiene cura y puede empezar a manifestarse en un momento dado pero no empezar a ser considerada grave hasta dentro de un tiempo, de hecho, yo no sabía que mi abuela tenía Alzheimer hasta el año pasado cuando su estado se agravó muchísimo.
En ese momento tanto mi madre como yo nos asustamos bastante, el cambio fue radical, de la noche al día, pasó de ser una mujer con pérdidas de memoria pero independiente a necesitar alguien a su lado. Y yo me ofrecí a vivir con ella, eso fue en septiembre del año pasado. Creo que no llegué a los dos meses de convivencia cuando ya estaba recogiendo mis cosas para volver a mi casa. No me juzguen, pero tener que estar al pendiente de una persona día y noche es agotador tanto física como sobre todo mentalmente.
No voy a entrar en detalles, pero aclaro que esa enfermedad no solo hace que la persona olvide a las personas que la rodean o no reconozcan la casa en la que viven, sobre todo si se han mudado varias veces a lo largo de su vida, sino que pierden el uso de la razón, del sentido común y de la lógica. Y yo, pues no lo supe llevar bien y me estresaba porque no entendía cómo podía hacer o decir ciertas cosas que para mí estaban claras, pero para ella, en su cabeza, eran de otra manera.
Pues desde que me fui ella ha estado más o menos bien, la traíamos a mi casa por las tardes porque ella ya no sabe cocinar y la cuidábamos en casa, pero ahora que estamos en verano y aquí en España las vacaciones son de junio a septiembre, hemos aprovechado para ir a su casa y que así ella no tenga que venir a la mía, porque se le olvida que es la casa de su hija, mi madre, y se le olvida que yo soy su nieta y se pone a pensar que está en un sitio que no conoce y se agobia. Así que ahora entre mi hermano y yo nos turnamos para dormir en su casa y por el día a veces nos quedamos allí con ella.
Ahora lo llevo mejor, he aprendido a no llevarle la contraria y a tener más paciencia, aunque antes tenía mucha también. Y bueno, entre que cuido de ella y estudio, no tengo tiempo y si lo tuviera, allí no tengo wifi.
Y esa es la razón, triste, pero es eso... Así que no sé cuando volveré. Los que ya me siguen de hace tiempo sabrán que yo no tengo ningún día fijo para publicar ni nada, pero en mi blog de relatos sí que tengo secciones y esas cosillas que este mes de julio no he publicado y el mes de agosto se quedarán igual jajajaja. Así que vendré esporádicamente cuando esté en mi casa, como ahora, y tenga algo que contar.
En la entrada anterior os decía que una profesora me había aprobado con un 5 cuando en realidad tenía un 4,88 pero que en septiembre tengo otro examen con ella de otra asignatura y quiero demostrarle que me he puesto las pilas y que agradezco su voto de confianza, así que que menos que estudiar un montón todos los días para aprobar ese examen con buena nota :) Y no será fácil porque es un examen de léxico (vocabulario) y son casi 8.000 palabras, no os exagero. Unas 100 palabras por cada 70 temas de un libro más las expresiones de cada tema y las palabras sacadas de fotocopias repartidas por ella y de exposiciones hechas por nosotros. Una locura jajajajaja.
Y bueno, que me ha venido muy bien desahogarme, que ahora mismo estoy bien, en casa tenemos asumido que es una enfermedad de mierda y que no debemos de ponernos tristes ni enfadarnos porque no ganamos nada con eso, pero sentía que tenía que contarlo, ya sabéis que este es mi espacio personal y no siempre es todo color de rosa y maravilloso en la vida de una persona, a veces pasan cosas así y yo llevaba tiempo queriendo contarlo pero no me salía, y me alegro de haberlo hecho y de haberlo explicado.
Gracias por leerme y hasta la próxima.
Os quiero muchísimo.