Revista Opinión

Elpidio Silva y Garzón dos vidas paralelas

Publicado el 23 enero 2014 por Rgalmazan @RGAlmazan

Vidas paralelas que confluyen en expulsión injusta. Porque, por encima de todo, se trata de defender a los poderosos. Mientras se pasean por nuestras vidas individuos indeseables que llevan años imputados y que no terminan de entrar en la cárcel, con la velocidad del rayo –la que no tienen para los delincuentes de cuello blanco— se arma toda la cúpula judicial para separar de la judicatura a los miembros rebeldes. Rebeldes por haber querido hacer Justicia (con mayúsculas), sin demora y contra presuntos delincuentes que han contribuido a la ruina de este país.

Aún suponiendo que hubieran cometido alguna falta en las formas, es increíble la velocidad con que se han movido los jueces, esos jueces que mantienen años abiertos los casos llegando a vaciarlos, los mismos que tienen en la calle, sin juzgar, a imputados por corrupción desde tiempo inmemorial. Sin embargo, para lapidar a Garzón, en su momento, y ahora al juez Silva poco están tardando. Y por desgracia se han empeñado en que Silva termine como acabó Garzón.

De momento han separado a Elpidio Silva de la carrera judicial y de confirmarse la condena le piden veinte años de cárcel. Y todo por cuestiones de forma.

Elpidio Silva

Todo ello, al igual que pasó con el juez Garzón, y que se anden con cuidados otros jueces como Castro o Gómez Bermúdez a los que el PP y el rebaño de jueces que forman el lobby carca les tienen ganas y a los que cualquier pequeño error les puede costar caro.

Se expulsó a Garzón de la carrera judicial y las escuchas que probaban la culpabilidad de los implicados en la trama Gürtel no se aceptaron como pruebas, al igual que quieren hacer con los emails de Silva que, de por sí, podrían ser pruebas incriminatorias contra Blesa, del que cada día sabemos que era más sinvergüenza y tengo dudas de que algún día le llegue su sanmartín.

Esta es la justicia que tenemos, a unos pocos jueces que intentan que paguen los corruptos, y los que nos han llevado a la ruina, se les presiona y a la menor se les elimina, mientras que los presuntos delincuentes de cuello blanco siguen campando por sus lares.

En este país hay muchas cuestiones que arreglar, pero lo de la Justicia es de cárcel. O se desvincula el poder judicial del ejecutivo y del legislativo o esta democracia seguirá coja. No es posible que la Fiscalía sea nombrada por el gobierno, porque, como ha hecho hasta ahora, seguirá los mandatos de éste. Y no es posible que el Consejo General del Poder Judicial y otras instancias judiciales sean nombradas por el legislativo y se repartan el poder entre los partidos. Hay que abogar por otras formas, por ejemplo que los puestos claves de la judicatura sean elegidos por los ciudadanos y que éstos tengan métodos de control sobre ellos, si cometen excesos o errores voluntarios. Mientras tanto, seguiremos viendo cómo la Justicia no sólo no es igual para todos, sino que sirve para apartar a los que molestan a los poderosos.

Elpidio Silva se ha atrevido a criticar también a la judicatura y eso no se lo van a perdonar. Hay que darle nuestro apoyo. Ya ha recibido más de 167.000 firmas a favor de la querella que presentará contra el juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Jesús Gavilán Gómez, que le investiga por un presunto delito de prevaricación por el proceso judicial que llevó a cabo en el caso Blesa. Si quieres ayudar a Silva puedes firmar aquí.

No dejemos que despachen a Silva como hicieron con Garzón. ¡Basta ya de injusticias dentro de la Justicia!

Salud y República


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