Para ser sinceros, mi vida está plagada de cosas que nunca imaginé que haría. Muchas si que las imagine, las pensé o las soñé, pero si que hay algunas que me han ido pillando por sorpresa, sobretodo desde que soy padre.
Sin orden ninguno os puedo decir que nunca imaginé que visitaría Singapur, es uno de esos viajes que surgen, se hacen pero que no esperas. Siempre he querido ir a Japón, sin embargo, sin planearlo me planté allí, lo mismo me pasó con Toronto (Y sí, os confirmo que desde la torre de Toronto se ve Totontontero).
Tampoco imagine que haría colecho, y mirarme ahora. Con Cangrejito no hicimos pero con bebécangrejo desde el minuto 1,5 duerme con nosotros, ojo que no digo dormimos juntos. Aún menos pensé que además terminaría viniendo también cangrejito con 8 años, aunque al menos él se a traído un colchón, menos mal que queda poco verano.
Otra cosa que tampoco se me pasó nunca por la cabeza es que dejaría de trabajar para encargarme de los peques, por dios, "soy un hombre", sin embargo, aquí estoy, más feliz que unas castañuelas.
Y para acabar, tampoco imaginé nunca, que tendría un blog, y mucho menos, que habría gente que lo leería, de hecho, todavía me sorprende.