Elvis Aaron Presley nació en el seno de una familia humilde estadounidense el 8 de junio de 1935 en Tupelo, Mississipi. Su niñez no resultó sencilla, pero entonces entró en contacto con el mundo de la música, especialmente con el gospel. A los 10 años realizó su primera actuación y a los 11 tuvo su primera guitarra.
En 1948 se trasladó junto a su familia a Memphis, Tennessee. Allí su adolescencia transcurrió compaginando los estudios con el trabajo, pero siempre con su inseparable guitarra. En Memphis, blues y rhythm-and-blues se hicieron un hueco entre sus gustos y se unieron al gospel y al country en su repertorio. De esta forma fue forjando un peculiar estilo que pasaría a la posteridad como Rock ‘n’ Roll, y que dio sus primeros frutos en 1953, cuando grabó sus dos primeras maquetas en los Estudios Sun de Memphis, That’s When Your Heartaches Begin y My Happiness, a modo de regalo de cumpleaños para su madre.
Un año después regresó a los mismos estudios para grabar nuevos temas. Fue entonces cuando su fundador, Sam Phillips, quien estaba buscando un artista que triunfase en el mercado blanco con música negra, se fijó en el joven Elvis. De esta forma le proporcionó unos músicos con los que comenzó a actuar bajo el nombre de The Blue Moon Boys. En la primera actuación del grupo, Elvis no dejó de mover las piernas debido a los nervios. Al parecer los temblores agradaron a las féminas, así que decidió apostar por movimientos similares en adelante, lo que le valdría críticas de “vulgar” u “obsceno” por parte de los más conervadores.
Poco a poco Elvis fue soltándose sobre el escenario, transmitiendo una energía como jamás antes se había visto. 1956 fue el año de su explosión, el del salto a la fama. Apareció en televisión por primera vez (28 de enero de 1956), alcanzó el número uno en Estados Unidos con su single Hearthbreak Hotel, lanzó su primer álbum Elvis Presley y debutó como actor en la industria cinematográfica. La figura de Elvis despertaba admiración y recelo a partes iguales: icono de rebelión y perversión para los padres e ídolo de los hijos, un hombre blanco que quería apropiarse de la música de los negros o un blanco que cantaba una música inferior, según el punto de vista… pero a pesar de tantas polémicas "El Rey" triunfó.
No obstante, tuvo que hacer un paréntesis en su próspera carrera debido al servicio militar, desde 1958 hasta 1960, año en el que regresó desde Alemania y publicó Elvis is Back ! Sin embargo, en esta etapa Elvis se volcó más en el cine, hasta el punto de que su popularidad como cantante fue decayendo y pasó de estar de moda para los jóvenes. A finales de los sesenta el Rey retomó su carrera musical, siendo el punto de partida el especial que protagonizó en la cadena de TV NBC en 1968, ‘68 Comeback Special.
A partir de entonces recorrió todo el país con sus actuaciones -las más memorables fueron las de Las Vegas- continuó ofreciendo conciertos a través de la televisión (Aloha from Hawaii, 1973) y publicó más singles; Burning Love fue su último gran éxito.Desde 1973 su imagen se deterioró en exceso a causa de diversos factores de los que mucho se ha especulado: su divorcio con Priscilla Presley, enfermedades, drogas… Lo cierto es que todo ello influiría y su carrera se vio truncada a base de dificultades a la hora de cantar y conciertos cancelados.
Su última actuación se produjo en el Market Square Arena de Indianapolis el 26 de junio de 1977, poco antes de ser hallado muerto en Graceland.El 16 de agosto de 1977, a los 42 años de edad, se puso punto y seguido a la vida del padre del Rock ‘n’ Roll. “Punto y seguido” porque la muerte tan sólo logró convertir el mito en leyenda, y el hombre que supo aunar lo mejor de la músicas negra y blanca, aquél que vendió un billón de discos, realizado 33 películas, obtenido discos de oro y platino de 150 álbumes y singles diferentes y tres premios Grammy entre otros muchos galardones, lleva 30 años siendo el referente de miles de artistas, en cuyos acordes y estrofas continúa vivo, y así será siempre que exista el Rock…