Si todos los amantes de la ciencia ficción esperábamos que Neill Blomkamp, reafirmase lo que hizo con la genial Distrito 9, bajo mi punto de vista lo ha conseguido. Vale que la película este un peldaño por debajo de la mencionada, pero aún así, es una gran obra, digna de estar en la estantería de mi casa entre mis favoritas de la ciencia ficción (quiero verla otra vez !ya¡).
Al igual que en Distrito 9, el director nos muestra un planeta sucio, esta vez situado en futuro allá por el año 2150, donde los más pudientes se han ido de la Tierra a una gigante superestación espacial, donde tienen de todo, e incluso pueden sanar y no envejecer, gracias a unas maquinas que no quieren ceder al planeta. En la Tierra todo es muy distinto, hay pobreza por todas partes, paro y hambre, y los enfermos graves, no pueden sanar a pesar de tener la salvación a tiro de un corto viaje espacial. Max, es un huérfano que ha nacido en la Tierra, y que siempre ha deseado vivir en Elysium. A partir de un accidente radioactivo en la fabrica en la que trabaja, necesita viajar a la estación para poder sanar, pues le han dado tan solo cinco de días de vida. Entre medio de su intento de viaje, se cruza un antiguo amor de la infancia, que le va a complicar un poco más su corta esperanza de vida.
La película, al igual que Distrito 9, esta llena de carga critica contra el sistema político, el clasismo y el racismo. Al igual que como parece que estamos destinados en la realidad, tan solo los más pudientes tienen acceso a una buena sanidad, y a una buena educación, y se deja bien claro en la película como puede acabar nuestra sociedad, sino hacemos algo para remediarlo. Pero no solo se queda en eso la película, su ritmo creciente en acción y tensión, es un lujo que no permite que pestañees a lo largo de la película, aunque quizá en su tramo final peque un poco de convertirse en algo ya visto en otras películas de ciencia ficción. Ojo, esto no es malo, tan solo pierde algo de fuelle, que no merma al conjunto.
La ambientación, es muy similar a Distrito 9, y por lo tanto de lujo, así como la perfecta integración de todos los efectos especiales, que son altamente realistas, hasta el más mínimo detalle.
Entre los actores, cabe destacar de nuevo una buena interpretación de Matt Damon, el cual luce estupendamente su exo-exqueleto Hulk. Jodie Foster no se queda atras, y también crea una buena villana de la función. Lo mismo que Sharlto Copley, actor que recupera Blomkamp. Alice Braga quizá sea la que esta un peldaño por debajo del resto de sus compañeros, pero tampoco lo hace nada mal.
En definitiva, muy recomendable, y que aunque este un pelín por debajo del nivel de calidad de Distrito 9, bien merece un buen visionado. Yo ya estoy deseando que salga en DVD para poder tener mi copia en la estantería y verla muy de vez en cuando.
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