¿Existe algún problema o limitación para acceder a viajar en cruceros para mujeres embarazadas? En principio una mujer embarazada puede disfrutar de un crucero, pero tiene que conocer una serie de limitaciones al respecto. Ante todo, antes de partir, hay algo que siempre se deberá hacer: contactar con la línea de crucero o con tu agente de viajes para saber con exactitud el tipo de limitaciones con que cuenta el crucero concreto que se ha elegido, sobre todo para las mujeres que se encuentren en los últimos tres meses de embarazo.
Se debe saber que algunas navieras no aceptan reservas para mujeres que ya se encuentren en la última etapa de su embarazo, la seguridad y la salud priman en casos así. En otras ocasiones, se pedirá un certificado médico especial que detalle el tipo de embarazo, si es de riesgo o no, y la fecha aproximada para el parto. En situaciones así el crucero puede aceptar, o no, la solicitud. Eso sí, nunca se debe olvidar que en el momento de hacer la reserva, si se sabe que se está embarazada, habrá que comunicarlo en la agencia de viajes para evitar futuros problemas. Si se permite subir a bordo, recomendamos reservar una cabina de tamaño adecuado, muy cómoda y no olvidar pedir toda la roba de cama, almohadas, toallas y similares que se precisen. También deberá solicitarse un baño adecuado y comprobar que el servicio médico es el adecuado, aunque en los cruceros actuales esto es un problema ya superado pues cuentan siempre con equipamientos magníficos. Además, deberá probar los chalecos salvavidas y solicitar un cambio por otros mayores si no se ajustan adecuadamente. Teniendo además en cuenta que cuanto mayor sea el barco, menor será la sensación de movimiento, pensamos que la futura mamá deberá apostar por ese tipo de barcos para disminuir las posibles molestias en el viaje. Además, y esto es algo que muchas veces se olvida, no será conveniente viajar a lugares demasiado cálidos o participar en excursiones con horarios apretados. Finalmente, tampoco habrá que pasar por alto que, por lo general, los servicios médicos en los cruceros se combran como un extra aparte del precio del paquete de viaje contratado, y además suelen ser bastante caros. No viene mal contratar un seguro especial y, otro detalle a no olvidar nunca: si se toman medicamentos se deberá informar de ello al médico del barco y además llevar las cajas originales y prospectos de cada uno, así como una cantidad adecuada de cada uno de ellos calculada según el tiempo que dure el viaje, cualquier precaución en este sentido es poca.
Con todas estas prevenciones puede asegurarse un viaje tranquilo. Eso sí, téngase en cuenta la política de cada naviera en cada caso. Por ejemplo, Cruceros Disney limita el acceso a mujeres embarazadas que superen la semana veinticuatro de gestación, y dará igual lo pesados que nos pongamos, la limitación es absoluta en ese aspecto, por seguridad. Otras navieras, como la Royal Caribbean, suben la limitación a la semana veintisiete. La Princess pone su tope en el tercer trimestre de embarazo y, además, no permite viajar con bebés de menos de seis meses. La Holland America cuenta con limitación hasta veinticuatro semanas y no permite bebés de menos de doce semanas, mientras que la Celebrity limita el acceso a la semana veintisiete, lo mismo que sucede con la Carnival. El tope baja hasta la semana veinticuatro en la Norwegian. Otros cruceros, como los de Crystal, tienen muy vigilada la presencia de niños pequeños y no permiten que los menores de seis meses viajen en sus barcos, además de no permitir el acceso a embarazadas a partir de los seis meses de gestación. Finalmente, Costa Cruceros tiene un tope de seis meses de embarazo, a partir de ahí ya no permite abordar el barco. Pero, independientemente de estos datos, lo más importante será contactar con nuestro proveedor de viajes o con la naviera para conocer con exactitud la limitaciones existentes.
Puedes conocer muchos más detalles sobre cómo viajar en crucero en nuestra guía: Mi primer crucero.