Según unos estudios publicados en The Lancet, Las mujeres embarazadas que desarrollan cáncer ya no tendrán que decidir entre abortar, retrasar su tratamiento o dar a luz prematuramente ya que la quimioterapia no daña al bebé. Cada año son cientos las mujeres a las que se diagnostica cáncer. En la alternativa entre seguir con el embarazo y comenzar el tratamiento, desgraciadamente algunas deciden abortar.
El cáncer afecta a una de cada 2.000 mujeres embarazadas y esta proporción está incrementándose un 2,5 por ciento al año puesto que las mujeres tienen hijos cada vez más tarde, años en los que el cáncer aparece más a menudo.
En Bélgica, los investigadores siguieron a 70 niños cuyas madres fueron tratadas con quimioterapia mientras estaban en el útero. Se encontró que tenían desarrollos normales de inteligencia, oído, función cardíaca y salud general. Aquellos que nacieron prematuramente tenían índices menores de inteligencia. Los datos sugieren que un parto prematuro para que la madre pueda empezar la quimioterapia afectan más a la salud del bebé.