El 29 de octubre se conmemora el Día Nacional Escolar para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, es una campaña nacional, cuyo objetivo es crear conciencia y mejorar el nivel de educación en temas de prevención del embarazo no planificado.
Así mismo, busca ayudar a los adolescentes a ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, y a tomar una decisión libre, responsable e informada sobre su sexualidad.
- 1 de cada 5 embarazos en el país corresponde a mujeres menores de edad.
- Ocurren 101 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años.
- 14% de las muertes maternas ocurren por embarazos terminados en abortos
- 3 de cada 10 adolescentes se inician sexualmente entre 12 y 18 años y 6 de ellas no usan métodos anticonceptivos.
El desarrollo personal de la joven madre es uno de los aspectos más vulnerables ante un embarazo adolescente.
Como sabemos el impacto suele afectar la vida entera.
A pesar que nuestras instituciones educativas deberían de estar capacitadas e incluso estimular a la estudiante embarazada para que continúe estudiando, la realidad económica golpea sin guantes y la deserción es el mal común entre esas madres.
En este sentido, la labor de PROSALUD gracias a la ejecución de proyectos en acuerdos con instancias públicas y privadas, día a día imparte y desarrolla actividades que ponen de relieve la importancia de estimular en los/as niños/as, los/as adolescentes, las familias y las comunidades, valores de responsabilidad en los procesos asociados a la sexualidad reproductiva y a la emancipación del género a fin de minimizar el índice de embarazo temprano en el país.
PROSALUD aborda el tema desde un enfoque educativo-preventivo incorporando a las familias, docentes y comunidad en general (Adultos significativos) para que acompañen a los y las adolescentes en el proceso de la toma de decisión responsable sobre el tema basada en información confiable, veraz y precisa.
En tal sentido, es importante desarrollar programas de educación sexual que vayan más allá que no solo transmitan conocimientos a nivel biológico, sino que todo se exprese con claridad, sin mensajes con doble moral.
Por otra parte, una educación que apunte a una sexualidad de disfrute pleno, sana, voluntaria, responsable y libre de riesgos, de equidad de género y que pueda incluir la diversidad sexual.
Hay que cambiar la actitud de represión por la decisión responsable personal.