¿Pero, qué es eso? Fue lo primero que pensé, cuando estaba recostada en la camilla mientras me hacían la primera ecografía, para conocer a mi bebé…
«Tienes un embarazo anembrionario, no existe ningún feto, no estás embarazada» eran las palabras del doctor; para tratar de explicarme que no me convertiría en madre, pero casi no preste atención, mi cabeza estaba muy ocupada dando mil vueltas y mi estómago «tan solidario» decidió unírsele.
Pero bueno ¡vamos a la explicación sencilla! el embarazo anembrionario no es, sino, una forma de decir que se desarrolla la casita para que tú bebé pueda vivir ahí, por los siguientes 9 meses; pero el bebé no se desarrolla, es decir «tienes la casa, pero no el habitante» así de simple ¡¡¡Pero, si que afecta!!! pregunté a mis médicos, investigué, lo que sea, para poder entender lo que paso, resulta que no existe una causa, existen varias: stress, malformaciones genéticas, edad de la madre, baja calidad del espermatozoide… Llore y llore mucho, me sentía como una mujer defectuosa, hasta que mi ginecóloga, me dijo «El cuerpo humano es muy sabio, es bastante probable que tú bebé desarrollaría uno o varios problemas de salud, al detectar esto, tú organismo freno y evito esto»
Es así como yo lo viví, no todos los casos son iguales, las personas tenemos diferentes formas de asimilar las cosas, el apoyo de la pareja es fundamental (tomemos en cuenta, que él también estaba ilusionado, ojo con los sentimientos de la pareja)
¡¡¡Animo a todos y a seguir intentando!!!