En los mítines del 15M, 25S y en la huelga general de ayer, 14, los nuevos comunismos y anarquismos asamblearios, que quisieron tomar el Parlamento, exigían que España no pagara su deuda pública y privada a sus prestamistas, opresores de los trabajadores.
Darían ganas de unirse a la demanda si no supiéramos que los tenedores de la deuda tarde o temprano se cobrarán con creces lo suyo.
Y muy suyo, porque si un país o una persona se endeudan, muchas veces para mantener un Estado artificioso o un falso nivel de vida, los que le han prestado el dinero exigirán recuperarlo, con sus intereses correspondientes.
Y quien no paga sufre lo que Argentina, venida a menos, pero con una presidenta tan petulante, demagoga y populista como los nuevos progresistas españoles, a la que le han embargado en Ghana su orgullo nacional: la fragata Libertad.
Como el Juan Sebastián Elcano español, es el buque-escuela de la Armada de país, blanco inmaculado, de tres palos con cinco vergas por palo y 27 velas que suman 2.652 metros cuadrados de superficie.
Su mascarón de proa, avanzadilla de las singladuras del navío, representa a una mujer, la República, con los pechos descubiertos para mostrarle su libertad a los mares.
Tras 35 viajes por todo el mundo desde 1963 y atraques en 400 puertos ondeando su bandera, la Libertad fue embargada en el país africano con sus 324 marinos a bordo por un tenedor estadounidenses de la deuda.
Cristina Kirchner no ha pagado los 291 millones de euros que le debe al fondo NML, y este ha apresado la arrogancia nacional argentina.
Como quedarían embargados los bienes españoles por todo el mundo si se dejara de pagar la deuda, como exigen nuestros héroes gochistas callejeros.
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SALAS