Embargos masivos. La perversión de Hacienda

Los embargos masivos están a la orden del día. He hablado en varias ocasiones sobre la forma de proceder de Hacienda cuando embarga el porcentaje legal de una nómina o pensión y, acto seguido, saltan como buitres sobre posibles saldos bancarios que el embargado tenía reservados para atender gastos de primera necesidad. Esta forma de actuar de Hacienda es de lo más vergonzosa y cada vez es más habitual. Lo más curioso es que no se debe a un cambio legislativo sino a una nueva interpretación de Hacienda, que sin ser ilegal, es del todo abusiva.

Ahora también, embargos masivos a empresas

Es curioso que doña Soledad García, directora general de Recaudación de Hacienda haya dicho esto:

No deberían producirse embargos masivos de cuentas cuando se realiza un embargo de cuentas por la Agencia Tributaria, porque además de ser perversos, obligan a los funcionarios a realizar actuaciones para devolver el dinero cobrado de más, lo que impide que puedan dedicarse a investigar otras cosas.

A esto yo añadiría que también son perversos, incluso cuando no se cobra de más y la empresa tiene una deuda mayor. Si Hacienda saquea las cuentas de la empresa y sigue haciéndolo si se abren otras o si entra más dinero, acaban con la posibilidad de funcionamiento de la empresa. Lo peor de todo es que ellos lo saben, pero les importa bien poco.

Quiero añadir otra cuestión que me toca muy de cerca y nadie me la puede discutir:

Contribuyente imputado [en la actualidad investigado] en un fraude de IVA. Recordemos antes de seguir que imputado o investigado no significa culpable de nada. Simplemente su nombre ha aparecido en facturas y otra documentación y Hacienda lo ha metido en el mismo saco que a todos. Esto ocurre en 2006. El juicio todavía no se ha celebrado diez años después. Todas las cuentas de la empresa se bloquearon preventivamente en varias ocasiones hasta que la empresa tuvo que cerrar por imposibilidad material de seguir. Aquí no hablo de embargo porque no hay una deuda, sino de bloqueo de cuenta preventivo (por si acaso); cualquier ingreso que entra se queda bloqueado sin poder disponer de él. ¿Cómo va a poder funcionar así una empresa? La actuación de estos señores es de lo más despreciable y no me cansaré de decirlo.

La señora García en su comentario se refiere a deudas de apenas mil euros por las que se cursan embargos masivos a las empresas. Tal y como ella misma dice, en estos casos se produce la perversión de que, además de perjudicar seriamente a la empresa, luego se le tiene que devolver el dinero sobrante. Si ella misma lo califica de perverso, ¿qué voy a decir yo al respecto?

La guinda de todo esto está en otro comentario de la Directora General de Recaudación, que voy a enmarcar en el despacho junto con una foto de mi último libro:

¿Qué les parece la frasecita? Pues no es por nada, pero tiene toda la razón del mundo. ¿Cuándo empezará la gente a quejarse en serio? ¿Por qué le tenemos tanto miedo a Hacienda?

Y para terminar, otra cosa que no debemos olvidar que han dicho (por si se les olvida a ellos):

"[...] no tenemos funcionarios suficientes para afrontar todos los procedimientos a un tiempo". De esa manera respondió la directora para justificar que las respuestas que se dan cuando se deniegan los aplazamientos son genéricas, que es lo mismo que decir que no están argumentadas ni fundadas.

Ramón Cerdá

Ontinyent, 1964

Fundador de GMC Asesoría de Empresas, SOCIEDADES URGENTES y Mi Libro en Papel, además de escritor, novelista, bloguero, editor y corrector de textos en EL FANTASMA DE LOS SUEÑOS.

Autor de LA HABITACIÓN DE LAS MARIPOSAS, HACIENDA [NO] SOMOS TODOS, LOS ELEMENTOS DEL ESTILO LITERARIO y otros muchos títulos.