Son muchas las situaciones comprometedoras en las cuales, nosotros los técnicos en prevención de riesgos laborales, nos podemos ver en un serio aprieto. Ante todas las situaciones de emergencia a las que nos podemos ver sometidos en nuestra empresa, quizá la de un ataque por una horda zombie, es la menos “analizada”. Trataré de diseccionar los diferentes puntos para conseguir salir a delante en este tipo de crisis.
Es evidente que como cualquier tipo de emergencia (fuego, explosión, terremoto, inundación, etc.), las primeras reacciones son de desconcierto, alteración y caos, sobre todo entre aquellos miembros que bien por desconocimiento, bien por falta de formación y/o entrenamiento, pueden verse superados por los hechos. Es notorio que un brote de una pandemia zombie, no estaría prevista como “usual” ante cualquier situación de emergencia, pero si los trabajadores reciben el suficiente adiestramiento, se puede llegar a minimizar el número de bajas notablemente.
En importante que sepamos cómo distinguir un zombie de cualquiera que no lo es. Un no muerto o zombie, se caracteriza por su manera de andar lenta, presentar lividez en el rostro (y otras partes del cuerpo), el abdomen profusamente hinchado (descomposición de gases del aparato digestivo que le confieren un abultamiento), no articulación de palabras (el sistema nervioso central no tiene funcionalidad), etc. Cualquier persona ha de reconocerlo para no herir a personas sanas innecesariamente.
Seamos conscientes que un zombie sólo puede ser detenido por medio de un daño cerebral severo (disparo o herida penetrante craneoencefálica, decapitación, etc.) utilizando para ello hachas, pistolas, cuchillos, espadas u otros. Cualquier otra lesión infringida dejará al ser, inmovilizado o con graves trastornos motrices, pero nunca se encontraría incapacitado para causarnos lesión.
Ante cualquier situación que entrañe una emergencia en la empresa en la cual ejercemos como técnico en prevención, lo primero que debemos conocer, tal y como nos marca el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (conocido por sus siglas en ingles CDC), es asegurarse que en la empresa se tiene todo lo necesario para hacer frente a una emergencia.
Después, es fundamental establecer un plan de emergencia que aclare dónde acudir, a quién llamar y cómo organizar una evacuación en caso de que una horda de muertos vivientes, un terremoto o cualquier otra catástrofe llame a tu puerta. En caso de una amenaza zombie, los CDC estarán listos para atender cualquier crisis de este tipo.
Si los zombies empezaran a inundar las calles, los CDC iniciarían una investigación, como hacen con cualquier otro brote epidémico. Además proporcionarían asistencia técnica a ciudades, estados u otros países que tuvieran que hacer frente a una plaga de zombies. Esta asistencia incluiría asesoramiento, análisis, atención de pacientes, y control de la enfermedad.
Con la investigación se intentaría determinar la causa del problema (vectores, paciente 0 de inicio de enfermedad) y sobe todo averiguar cómo se puede romper el ciclo de transmisión para prevenir nuevos casos. Muy probablemente, en poco tiempo, el ataque zombie podría estar bajo control.
En los primeros momentos de la aparición de la enfermedad que conlleva la zombizificación, según estudios “no concluyentes”, estos seres se encuentran en un estado de excitación y presentan muestras evidentes de violencia. Obviamente, que en unos primeros avances, las autoridades, no lo considerarían fruto de ningún tipo de pandemia y se podrían confundir con grupos de personas violentas. La empresa, será en este punto cauta. Conviene, seguir las informaciones, siempre contrastadas y fidedignas con los medios de comunicación (radio, prensa digital, televisión, etc.).
La averiguación veraz de los acontecimientos, servirá para mantener informados a todos nuestros trabajadores. Deberemos intentar que esa información recibida, sirva para mantener orientados a todos nuestros trabajadores.
Dependiendo del grado de avance entre la población del número de infectados y/o zombies, al principio es absolutamente normal que los trabajadores sientan la urgencia de reunirse con los suyos y es algo totalmente comprensible y ante lo cual no podremos negarnos. Tan sólo trazar unas claras líneas divisorias de lo que es racional de lo que es una conducta inconsciente o inapropiada. Será cada persona la que determine su modo de actuar de manera libre y nunca coaccionada.
En caso que por un avance en la expansión del número de infectados y en caso de una protección necesaria de los ocupantes de las instalaciones (los que queden tras lo señalado en el párrafo anterior). Se activaría un protocolo de actuación ante riesgo biológico de nivel IV modificado a esta situación de crisis. Contemplará algunos aspectos que se detallan a continuación:
- Existirá un reparto de funciones que recogerá aspectos como dirección seguridad, gestión, medicina, logística y comunicaciones. El Técnico en prevención de riesgos Laborales, formará parte del grupo de seguridad.
- Como miembro del Equipo de Seguridad, nuestras funciones será la de adoctrinar a todos los trabajadores en el uso de armas de fuego, así como control de munición y seguridad. En caso de existencia de un menor en el interior del recinto, no podría usar armas de fuego, sin la supervisión de un adulto.
- La dirección de la emergencia, será la formará parte de la cúpula de la empresa. Tendrá suficientes dotes de liderazgo, autocrontrol y poder de toma de decisiones que conduzca hacia la supervivencia de todos los supervivientes.
- El equipo de Gestión, se ocupará de la administración de recursos humanos, materiales para la correcta armonización del grupo. Una de las funciones es la organización y control de turnos de vigilancia.
- Departamento médico, se ocuparía por personal con funciones paliativas en caso de accidente y/o enfermedad de personas. Estará integrada bien por médicos especialistas en medicina del trabajo, DUE o en caso de no existir los anteriores por personas con formación en primeros auxilios.
- Equipo de logística es para control de existencias y suministros. Esto incluye agua, comida, medicinas, herramientas básicas, artículos de higiene, ropa, copias de los documentos de identidad y un kit de primeros auxilios porque, “aunque acabarás convirtiéndote en zombie si uno de ellos nos muerde, tener este kit puede ayudarte a curar heridas y laceraciones similares a las que pueden aparecer tras un accidente de cualquier otra índole. Está equipo está muy ligado al equipo de Gestión.
- Comunicaciones, es quizá el más importante puesto que servirá para establecer, en caso que las telecomunicaciones existiesen una vía de intercambio de información hacia el exterior. Es posible que conforme avancen los días, los sistemas de comunicación con el exterior se vean claramente dificultados (daños en antenas de telefonía móvil, satélites inoperativos, etc.)
- Se deberá sectorizar la empresa de manera que queden las zonas claramente identificadas por medio del pictograma de riesgo biológico, en aquellas que estén en proximidad de áreas próximas a focos de contaminación (por ejemplo en proximidad de puertas más exteriores).
- Cualquier persona herida por mordedura, deberá ser contenida por medio de aislamiento, en un área totalmente sellada y perfectamente señalizada (la señal indicada anteriormente). Con ello evitamos la propagación y una posible sanación de los infectados en caso de una vacuna futura.
- En la organización se dispondrá de zonas de suministros de alimentación, en los que tengan como mínimo existencias para largas estancias. Se priorizaría productos no perecederos (conservas, leche, frutos secos envasados, café, botellas de agua, etc.). Se descartan bebidas alcohólicas en este grupo.
- Se dispondrá de una zona destinada a local de primeros auxilios con medicamentos básicos y un botiquín (gasas, tijeras, guantes, esparadrapo, entre otros). Se tendrá una persona con conocimientos en primeros auxilios para que se ocupe de funciones paramédicas.
- Se considerará tres zonas de especial protección: zona de comunicaciones, de botiquín y de almacén de alimentos que serán consideradas áreas de especial protección. Existirá en el primer grupo una persona encargada y su sustituto, de forma que siempre exista alguien (mantenimiento de comunicación con exterior para garantizar el rescate).
- Se sellaran ventanas de manera que se imposibilite el acceso desde el exterior aunque se produjera un ataque en masa. Se dispondrá en la zona próxima a aberturas hacia el exterior de armas de fuego o de cualquier otra índole, para frenar el avance en caso de entrada.
- Se señalizará en la azotea, claramente por medio de cualquier sistema (piedras, botes de pintura, etc.) la palabra SOS, para que pueda ser bien visible desde el cielo, para contacto ocular desde el aire.
- Se dispondrán de los medios de lucha contra incendios como extintores, BIEs libres de obstáculos con el fin que sean accesibles en caso de que se produjese un incendio para su control urgente. Tengamos en cuenta que se han de salvaguardar los espacios interiores de las instalaciones de la empresa puesto que garantizarán nuestra supervivencia, frente a la amenaza exterior.
- Los vehículos de la empresa se mantendrán correctamente estacionados, dejando libres las vías de circulación y puertas de salida para en caso de evacuación mantener un lugar de paso sin peligros. Tengamos en cuenta que podríamos necesitar los vehículos como elementos de contención a modo de barricada, algo que se determinará por el Jefe de Emergencia.
Pese a todo lo dicho anteriormente, una vez que las grandes ciudades han sucumbido a los zombies el proceso infeccioso se ralentiza enormemente, porque los propios muertos vivientes deben recorrer grandes distancias para encontrar otros núcleos de población, además, el número total de humanos vivos, llega un momento que se torna muy pequeño (en comparación con el grupo de zombies) y por lo tanto serían más difíciles de encontrar.
Con este panorama tan complicado y si hemos llegado a conseguir salir de nuestra empresa y abandonar la ciudad, lo mejor sería dirigirnos hacia lugares muy alejados de ella y de difícil accesibilidad.
Y en este nuevo escenario, ¿estaríamos dispuestos a retornar a nuestros primitivos orígenes sin electricidad, la tecnología o las comodidades que nos ofrece este siglo?. Esto sería el comienzo de una nueva era del hombre, no nos quepa la menor duda.