Revista Cultura y Ocio

Emerson, Lake & Palmer - Works I & II (1977)

Publicado el 29 marzo 2021 por Moebius
Emerson, Lake & Palmer - Works I & II (1977)

#Músicaparaelencierro. LighbulbSun nos vuelve a presentar este disco (mejor dicho, estos dos discos, porque en realidad son dos volúmenes), y lo reseña el Mago Alberto. A pesar de la portada elegante, aunque austera y simple (como su título), los ELP crearon uno de sus trabajos mas ambiciosos, complejos y exigentes de su carrera y lo traemos a la palestra para regocijo de unos y tedio para otros. Exuberante para algos, aburrido para otros, un disco que es la apoteosis del exceso, para bien o para mal, el "Trio de Hierro" muestra sus increíbles dotes de instrumentistas, y toda la imaginación con la que desplegaron toda su carrera.
Artista: Emerson, Lake & Palmer
Álbum: Works I & II
Año: 1977
Género: Rock sinfónico
Nacionalidad: Inglaterra
Cuenta la leyenda que la historia de Emerson, Lake & Palmer comienza cuando el tecladista Keith Emerson planta la semilla del proyecto a fines de 1969 cuando su anterior banda The Nice toca en el Fillmore West de California junto a King Crimson, y rápidamente se le ocurre unirse al bajista y cantante de dicha banda, Greg Lake. Ya en 1970, comienzan a trabajar en elnuevo proyecto, audicionaron a varios bateristas, incluyendo a Mitch Mitchell, antes de aprobar a Carl Palmer, un ex-miembro de The Crazy World of Arthur Brown y de Atomic Rooster. Y así se conformó el "Trío de Hierro" que quedó grabado en la historia musical de la Humanidad. 

Despues del éxito, discos geniales, roces personales y un merecido break, el trío regresa con "Works", un album que marcaba la casi disolución de un grupo que parecía que ya no podía hacer nada para revitalizar su gesta contundente que dió sus mejores frutos entre 1970 y 1974. Al mismo tiempo, cada miembro se sentia incomodo cuando estaba en presencia de los otros dos, y de ahi la inclinacion a realizar un trío de albums solistas; que incluia solo un lado de convergencia grupal. El disco resultante, "Works", seria un álbum doble editado en marzo de 1977. Dicho album incluía además de los propios pasajes solistas, dos piezas "grupales" que se transformarian en clasicos del trío.

Ahora retomamos los "Works" y nos comenta esto el Mago Alberto.

Como nada es casualidad en la vida todos los posteos del chupador de sangre serial sobre el género progresivo, dieron pie a la aparición de algunas gemas ya conocidas y otras no tanto, pero es bueno adornarlo con este otro posteo de una banda fundamental y fundacional del movimiento en cuestión, y aquí vamos con esta presentación de "Works", un trabajo que dividieron los ELP en dos volúmenes con marcadas producciones individuales en el "Vol 1" y con un puñado de canciones diversas en el "Vol 2", todo un movimiento que será eterno e historico para todos los mortales.
En estos años los ELP ya habían crecido tanto que todo lo que habían potenciado desde su primer disco los encontraba en una espiral ascendente hacia el mismísimo cielo, y hacia allí fueron sin tapujos ni prejuicios, el concierto para piano del "Vol 1" es una muestra de que Emerson y compañía tenían el horizonte como línea de despegue y el resultado es una pieza clásica de un vuelo compositivo admirable, incluso cuando en medio del proyecto se encuentra el mismo Keith con el incendio de su casa y del cual el mismo acontecimiento queda reflejado en el concierto. O sea nada más adecuado para ese momento aquella frase de que "el cielo es el limite".
A estas alturas ELP era un trío incuestionable porque disco tras disco se superaban y todos y cada uno de ellos eran una incógnita sobre su desarrollo. La presentación del primer volumen era un lujo para la época, también lo eran los de Yes, fastuosas tapas, fotos increíbles, folletos, posters y cualquier elemento que hacían de cada lanzamiento un regalo al mejor estilo Papa Noel.
El "Vol 2" no solo tiene algunos bonus tracks que los amantes de ELP sabrán apreciar.
El Progresivo, género que siempre dio que hablar, y siempre será cuestionado en el tiempo, lo único incuestionable a nivel musical es sin duda la proyección, la complejidad y el vuelo compositivo. Estos dos volumenes son un claro ejemplo.
Mago Alberto
No es lo mejor que sacó el grupo, pero tampoco lo peor. Quizás sean unos discos demasiado pretensiosos, sobretodo porque no estaban acompañados de la colaboración grupal que ello necesita.

Aquí, dejo algunos comentarios de unos trabajos que tienen su satisfacción, aunque en muchos casos sólo es recomendable para fanáticos.
Hablar de Emerson, Lake & Palmer dentro de la historia del rock supone, de forma inequívoca, referirnos al contexto del rock progresivo de los 70. Esta aparente obviedad tiene su sentido al ser una de las bandas más paradigmáticas y significativas para poder entender el ideal estético de aquellos años, lo que se sustenta sobre todo en dos factores:
1) El acercamiento entre la música clásica y el rock. Pocos músicos han contribuido a esto como el pianista Keith Emerson ya desde los primeros tiempos de The Nice. Esta relación simbiótica se realiza desde el seno del grupo de diferentes formas, ya sea a partir de citas concretas de piezas clásicas (el preludio VI del I libro del Clave Bien Temperado de Bach en “The only way”), adaptaciones a otros estilos (el “Nutrocker” o el Cascanueces en versión rock) hasta la utilización de recursos formales provenientes del ámbito académico (como el fugado en el álbum Trilogy), uno de los recursos más interesantes y novedosos.
2) La exhuberancia y fastuosidad en los arreglos, cualidad que en las tendencias posteriores ha sido objeto de grandes detrimentos. En Emerson, Lake & Palmer esto se acentúa aún más ya que era una formación reducida, aparentemente, en cuanto al número y la falta de guitarra constante, pero que ha sabido demostrar la eficacia del power-trio de base. No en vano eran conocidos como “El trío de hierro”.
A mediados de los años 70 se van acusando nuevas tendencias y nuevos cambios: aparecen otros ritmos de procedencia negra, como el funk o el reagge, y ello también refuerza todo el panorama de la música disco (que en estos años vivirá también un dulce momento). Pero por encima de todo, el ideal “punk”, más visto como una propuesta ideológica y cuya actitud calaría pronto en la juventud de su época. La música que traían estos grupos apostaba por parámetros antitéticos a los desarrollados dentro de los cánones progresivos: el culto a lo inmediato frente a lo etéreo; música con los acordes básicos suficientes para esbozar un planteamiento armónico mínimo frente a los giros enrevesados de los grupos de la escena anterior; una cierta hostilidad estética en el escenario, tanto hacia a los instrumentos como al público, en contraposición a la veneración instrumental y postura de concentración “académica” en la ejecución de las líneas melódicas… y sobre todo una provocación concreta al panorama progresivo, con alusiones negativas a Frank Zappa o a Pink Floyd en las camisetas, o incluso demostrando que, a pesar de que muchos de los músicos no tenían estudios musicales ni demasiada técnica, podían llevar a cabo su propuesta y subirse a un escenario (en algunas citas de Internet he encontrado que “Sid Vicious”, pseudónimo del líder de Sex Pistols, toma su nombre de Sid Barrett de Pink Floyd, lo cual si es cierto no dejaría de ser curiosamente contradictorio).
Con este nada prometedor panorama, y tras dos años sin aparecer con nuevo disco en el mercado, el “Trío de Hierro” se embarca en una nueva aventura que para muchos marca el comienzo de su declive: la producción de los dos volúmenes de Works, que se editarían por separado. Quizás con Emerson, Lake & Palmer, y llegados a este punto en su trayectoria (tras la monumental gira de su álbum anterior), se refleja lo bueno y lo malo de toda la parafernalia que rodeaba al rock progresivo. El trío había decidido trabajar con una orquesta y desarrollar sus inquietudes personales en diferentes secciones en cada volumen, habiendo momentos en los que aparecían juntos, aunque siempre con el respaldo orquestal (lo que se evidenciará sobre todo en el primer volumen). Esta abundancia de medios y de ideas acrecentaron la distancia entre ELP y las tendencias más actuales de su momento, por lo que se fueron alejando poco a poco de la aprobación popular. Sus seguidores tampoco se mostraron demasiado satisfechos con los nuevos trabajos, viendo un “exceso de los excesos” ya que siempre habían demostrado multiplicar su potencia a pesar de ser un trío. En otras palabras ¿Para qué necesitan una orquesta si ellos “son” la orquesta?
El Volumen I se abre con el monumental Piano Concerto No 1, una titánica composición para piano y orquesta “alla maniera académica” dividida en la clásica alternancia de tres tiempos (rápido-lento-rápido): Allegro Piojoso, Andante Molto Cantabile y Tocata con Fuoco. Keith Emerson llega con esta obra a una de sus cimas compositivas en cuanto a los recursos clásicos. Él lo veía como una necesidad, sintiendo que ya lo había dicho todo en el lenguaje rockero. Objetivamente, pienso que las capacidades tímbricas de la orquesta, en este caso, le otorgan a Emerson un mundo de posibilidades mucho más amplio para poder desarrollar sus ideas. Su espíritu es muy neoclásico, en cuanto a que asume muchas tendencias artísticas y las pasa por su propio discurso: la riqueza textural de los conciertos para piano de Ravel (y con su inconfundible asimilación jazzística), los pasajes percusivos de los conciertos de Bartok, o incluso el romanticismo de los conciertos de Chopin (el juego con los cromatismos en el segundo movimiento es una alusión clara). También las danzas de la época clásica están presentes y las progresiones de quintas del último Barroco, integradas de una manera muy sutil en el discurso, le dan un aire bastante universal. Por último el movimiento final “Con fuoco” está inspirado en un accidente que ocurrió en su casa en donde perdió gran parte de sus posesiones y partituras debido a un incendio. Las influencias de Rachmaninoff, Bartok o Bernstein son patentes. También la música cinematográfica y sus recursos (con ese ostinato del piano acompañado de la percusión y la búsqueda de efectismos). Emerson en su día tuvo bastantes complicaciones al grabar el concierto, sobre todo con la sección de viento metal (según las propias palabras de Emerson, no se tomaban en serio la obra llegando incluso a estar leyendo revistas porno mientras ensayaban).
En el volumen II, Emerson se centra más en las composiciones y arreglos en un estilo de jazz con fuerte sabor del Ragtime, el Blues y el Boogie, lógicamente con un completo y absoluto protagonismo del piano y el revestimiento no sólo de la orquesta sino también, de forma integrada en esta última, de una sección de viento especializada en jazz. Emerson se desenvuelve muy bien en este tipo de repertorio y viene de alguna manera a culminar un deseo por cultivar otra faceta musical de la que siempre había pinceladas en su música (la otra era el desarrollo de un género dentro del ámbito académico como ya pudo realizar en el primer volumen). Esto se demuestra de forma muy notoria en las piezas “Barrelhouse shake-down” o “Honky tonk train blues” de Meade “Lux” Lewis (ambas formaron un single en 1976 y que posteriormente rescataría para el álbum de piano “Emerson plays Emerson” de 2001, en donde además se registra una versión del “Honky tonk train blues” junto al propio Oscar Peterson, una de las grandes referencias jazzísticas Be-bop que más habían marcado a Emerson). En la adaptación del “Maple leaf rag” del popular compositor Scott Joplin (autor también de “The entertainer”, el rag universalmente conocido por ser el tema principal de la película “El golpe” de George Roy Hill), se opta por una orquestación con más predominancia de las cuerdas y el viento madera, que resulta muy colorista y recuerda a algunas primeras formaciones de trío/cuarteto de jazz y orquesta de principios del siglo XX.
La sección de Greg Lake del volumen I presenta cinco canciones acústicas con arreglos para orquesta y ocasionales colaboraciones de Keith Emerson y/o Carl Palmer en algunas de ellas, encargándose Pete Sinfield de los textos. La selección de canciones es diversa: había baladas en las que la orquesta aportaba una mayor carga expresiva, como la jovial “Lend your love to me tonight” o la nostálgica y europeísta “C’est la vie”, ya trabajada desde los años de Brain salad surgery y que supuso un éxito masivo en Francia, a través de la versión del cantante Johnny Hallyday. La bluesera “Hallowed be thy name” tiene unos arreglos orquestales y pianísticos muy sorprendentes, con un tratamiento en glissandos muy efectista, acompañando el registro misterioso de Lake, mientras que “Nobody loves you like I do” presenta algunas influencias country, que de alguna manera vienen de algunas piezas anteriores (como “Still you turn me on” o “The sheriff”) y que acabará Lake cultivando también en discos posteriores como Love beach o Black moon (además de la temática de las letras). La última pieza, “Closer to believing” es una de las que más trabajo les llevó al dúo Lake & Sinfield acabar, casi cerca de dos años (llegando a haber hasta 50 mezclas diferentes). Es un bonito cierre y de alguna manera me recuerda a algunas baladas de Black moon con piano. Greg Lake comenta en el libreto del disco que en algunas ocasiones, para buscar combinaciones de palabras, tanto él como Sinfield recurrieron a tácticas como juntar palabras sueltas en una caja, agitarlas y combinarlas luego buscando su musicalidad, más que su sentido literal.
En el volumen II Lake sigue apostando por su especialidad, canciones en un formato acústico que solían ser el gancho comercial más evidente de estos álbumes (aunque el “Honky tonk train blues” tuvo un cierto éxito también). Sigue la colaboración con Pete Sinfield en la elaboración de los textos y se prescinde del respaldo orquestal en los arreglos. En este caso tenemos “Watching over you”, una de mis canciones preferidas de Lake y en donde su voz suena muy matizada, y sobre todo “I believe in Father Christmas”, canción compuesta ya durante los años de Brain salad surgery y editada como single en 1975 por Greg Lake, con arreglos corales y orquestales. Aquí eso se suple con unos nuevos arreglos de teclado, muy navideños eso sí, de Emerson (Lake buscaba enfatizar la importancia de estas fechas en cuanto a su significado espiritual). Esta pieza aún la rescata Greg Lake para algunas actuaciones en solitario y como curiosidad Emerson realiza un guiño a un fragmento de la Suite del “Teniente Kijé” de Sergei Prokofiev hacia el final del tema. En 1995 se re-editaron ambas versiones en el I believe in Father Christmas EP, junto a una versión en directo de "Nutrocker" y un par de rarezas: "Humbug" y "Troika" (adaptación de más material de Prokofiev por Emerson con su arsenal de teclados en los años 90). La canción popular británica “Show me the way to go home” (acerca de un ebrio que intenta encontrar el camino a su casa) cierra el disco con unos bonitos arreglos orquestales con sabor jazzístico, basados en los realizados por Hal Swain a partir de la adaptación de Irving King (pseudónimo del tándem creado por James Campbell y Reginald Connelly, muy destacados sobre todo como letristas).
La tercera parte del volumen I se centra en las propias inquietudes de Carl Palmer en cuanto a la experimentación con orquesta y formaciones big-band (con la ayuda del arreglista Harry South), además de la profundización en el color del timbre percusivo. No faltan las incursiones en el terreno académico, con las adaptaciones de compositores como Prokofiev (y el segundo movimiento de su Suite Escita para orquesta, Op.20, “The enemy god and the dance of the spirits”) o J. S. Bach (y su Invención en Re menor, con la participación de James Blades en la marimba), ni las naturales recreaciones rítmicas en estilos como el funk (“New Orleans”) o el jazz-rock en temas como “L.A. nights” (con la colaboración estelar del guitarrista de los Eagles, Joe Walsh, quien también susurra las palabras iniciales que abren la pieza) o “Food for your soul” (con una potente sección de metales y largas y virtuosas partes a solo de batería). El broche de esta sección recae en la revisión de “Tank”, procedente del primer álbum del trío de hierro, que funciona muy bien con un tipo de orquestación en donde priman los metales y el sabor jazzístico. El piano de Emerson es bastante diferente, ya que no lleva el peso solista, y se dedica más a acompañar (aunque tendrá un pequeño momento al final en el que mete el tema principal en ritmo acelerado sobre la tormenta percusiva final de Palmer). El solo central de Palmer se ve cortado (sólo se mantienen los “cuatros” previos a respuesta del resto de instrumentos) probablemente porque, de alguna manera, aparecía sesgado en dos partes en el tema anterior (“Food for your soul”) y quizás podría sobrecargarse demasiado. Como curiosidad, señalar que Palmer compuso y grabó un monumental Concierto para batería y orquesta que al final no pudo ver la luz aquí, como era la primera idea, y no se editaría oficialmente hasta que apareció en el interesantísimo doble recopilatorio de Carl Palmer Do you wanna play Carl? The Carl Palmer Anthology de 2001.
Sin embargo, la sección de Palmer en el volumen II se reduce en este caso a dos piezas en un espíritu muy similar a las del primer volumen: el apabullante ejercicio de jazz-rock “Bullfrog”, uno de los puntos más altos del álbum (en mi opinión), trabajado con los jazz-men del trío eléctrico “Back door”, Ron Aspery y Colin Hodgkinson y en el que encuentro algún ramalazo de las orquestaciones de Frank Zappa, y “Close but not touching”, también en una línea similar contando con los arreglos de Harry South (como ya pasara en el volumen I) y un original protagonismo de las flautas en la melodía principal.
Por último, y para concluir de una forma coherente: Emerson + Orquesta; Lake + Orquesta; Palmer + Orquesta igual a ELP + orquesta.
En el volumen I aparecen dos largas piezas trabajadas en concepción de trío, en donde los músicos se conformaban como una unidad al contrario que en los momentos en donde pudiesen coincidir los tres miembros dentro de alguna de las secciones solistas (tenían más un carácter de músico acompañante). El sonido de los teclados de Keith Emerson, capitaneados por el novedoso Yamaha GX-1, ya anticipaba nuevos cambios y la apertura a nuevas etapas sonoras, que serían las que marcarían los trabajos posteriores. Las dos piezas, en sí, muestran dos de los registros en los que el trío, trabajando juntos, mejor se desenvolvía: la adaptación de los clásicos y la creación de largas piezas con intensos interludios instrumentales y épicas partes vocales. Fanfarre for the common man (una de las composiciones más reconocidas del compositor norteamericano Aaron Copland) es sometida a un tratamiento blues-rockero acelerado, sostenido por un potente riff de bajo y sobre el que se suceden diversos solos de teclado de Emerson. El propio compositor aprobó la versión de su obra. Bruce Pilato cuenta cómo Emerson al principio le mandó una versión recortada del inicio del tema por si reaccionaba negativamente con el arreglo. Como Copland acabó por ignorar y desinteresarse por la versión ya que “aparentemente” no había cambiado en absoluto, finalmente sería su asistente quien animaría a Emerson a que le enviase la versión definitiva. El arreglo se convirtió en una de las piezas características de los directos del trío. Por otro lado, “Pirates” surge a partir del trabajo que Greg Lake y Pete Sinfield, asistidos en la música por Keith Emerson, iban a realizar para una película, The dogs of war, basada en la novela de Frederik Forsyth. Finalmente el proyecto cayó en saco roto y el trabajo acabó derivando en la pieza de carácter más progresivo del disco. Sería interesante haber visto esta pieza con los sonidos de Emerson de los álbumes anteriores. Los arreglos orquestales le dan una dimensión muy rica a las líneas instrumentales, empastando con los nuevos sonidos de teclado (algunos de ellos emulando incluso algún instrumento de la orquesta). Lake está también fantástico, haciendo gala de una de sus mejores interpretaciones, con una música muy positiva y expresiva, apoyando un texto ad hoc, de los más logrados del grupo.
Las composiciones en trío del volumen II cambian el formato con respecto a su predecesor: en lugar de presentar dos largas piezas se integran cuatro más breves y con una instrumentación eléctrica, sin orquesta. “Tiger in a spotlight” se mueve en los terrenos del añejo rock’n’roll con influencias del blues, muy patentes en los arreglos de piano; sin embargo en “So far to fall” el sabor es más jazzístico, sobre todo debido a los arreglos de la sección de metales; las dos piezas más claramente progresivas, “When the apple blossoms bloom in the windmills of your mind I’ll be your valentine” y “Brain salad surgery”, se grabaron durante las sesiones de Brain salad surgery aunque finalmente no fuesen incluidas en el disco (aunque sí como bonus tracks en alguna re-edición posterior). La primera, instrumental y con un lucimiento muy patente de Carl Palmer, fue la cara B de la versión single de “Jerusalem” mientras que la segunda sería editada en un disco promocional de siete minutos junto a diversos extractos del álbum BSS, pasando posteriormente a ser la cara B de “Fanfare for the common man”.
ALGUNAS CONCLUSIONES PARA REFLEXIONAR
- Plantear dos discos como éstos, en los que cada miembro trabaje por separado y que luego se intente buscar un criterio unificador (en el caso del primero, más notorio, el recurso orquestal) conlleva muchos riesgos. En este caso me recuerda de alguna manera, en concepción, al Ummagumma de Pink Floyd (funcionando este bastante mejor, y habiendo una mayor coherencia en el espíritu global del disco).
- Probablemente uno de los factores que más falla en estos álbumes es la ausencia de esa unidad que se buscaba. En el volumen I es muy palpable ese contraste tan fuerte, ya que además cada sección aparece diferenciada en la distribución de temas (en el volumen II el repertorio se entremezcla más, lo cual hace algo más fluida la escucha). En el caso del primer volumen, por ejemplo, a los casi 19 minutos del Concierto para piano y orquesta le siguen una serie de breves piezas acústicas vocales que, aunque cada una tenga sus diferencias, para un disco de “rock progresivo” es abusar demasiado de un mismo patrón. Creo que son álbumes que se disfrutan más escuchando los temas por separado que en conjunto, que tiende a ser demasiado disperso y contrastante.
- El volumen II muestra un cierto carácter de “cajón desastre” por lo que me parece menos interesante que el I. Además de la falta de alguna pieza fuerte en el plano compositivo (como el “Concierto para piano y orquesta” o “Pirates”) se utilizan temas que eran descartes de sus álbumes anteriores (incluso habían ya aparecido como singles) y que acaban perdiendo peso (en cuanto al resultado final como disco) al convivir junto a adaptaciones de temas de jazz, blues o rag y a las baladas acústicas de Greg Lake. Los dos cortes “liderados” por Carl Palmer son quizás los que resisten de manera más fuerte y que siguen una cierta coherencia con el volumen I. Esta sintomática pérdida de unidad de cohesión, junto a una gradual falta de ideas compositivas, se agudizará en el posterior álbum Love beach, un año después.
En las re-ediciones en CD hechas por Castle en 2001 se incluyen algunos bonus tracks en directo:
WORKS I
Tank (24-01-1978, Indiana)
The enemy god dances with the black spirits (23-01-1978, Indiana)
Nutrocker (24-01-1978, Indiana)
WORKS II
Tiger in a spotlight (30-11-1977, Newhaven)
Watching over you (30-11-1977, Newhaven)
Show me the way to go home (24-01-1978, Indiana)
Además de este material, es interesante también hacer mención al directo Works live que recoge un importante testimonio de lo que fueron las giras de los Works en sus primeros tiempos, antes de que económicamente no se pudieran permitir llevar a una orquesta sinfónica de 90 músicos para el sustento en escena. El doble disco fue grabado en el Estadio Olímpico de Montreal y no se pudo editar hasta 1993, ya que a finales de los 70 las directrices del mercado musical estaban tan orientadas hacia el punk y la new wave que no había sitio para una propuesta como esta. El repertorio recoge no sólo momentos significativos de los dos volúmenes de Works, sino también otras piezas clásicas del repertorio del trío como "Abbadon’s bolero" o "Pictures at an exhibition", todas ellas muy apropiadas para este ámbito. A día de hoy también se puede encontrar edición de este material en vivo en DVD.
Edusenogul
Tras más de tres años de ausencia voluntaria, el grupo vuelve al ruedo con este novedoso proyecto de un lado para cada miembro y un lado conjunto (algo similar a lo hecho por Pink Floyd en Umagumma). El saldo es positivo aunque muy inferior a todo lo hecho con anterioridad.
1.- Piano Concerto No 1: concierto para piano y orquesta compuesto por Keith Emerson. Una buena pieza de música clásica y nada más. 2.- Lend Your Love For Me Tonight: una balada acústica con orquesta de fondo. Esto caracteriza a todo el lado de Lake. Comercial y accesible. De progresivo, nada. 3.- C`est La Vie: parecido a la anterior pero con una melodía detestable. El tema parece ser un homenaje a la Ciudad Luz. 4.- Hollowed Be Thy Name: un poco más roquera. Los arreglos son buenos pero igual esta lejos del progresivo. - Nobody Loves You Like I Do: nueva canción de amor con un toque americano con una voz de Lake muy lennoniana. - Closer To Believing: linda balada aunque un poco larga. - The Enemy God Dances With The Black Spirit: arranca el lado Palmer con un tracto de una obra de Prokofiev. Lo único que resalta es la orquesta. La percusión no es gran cosa. - LA Nights: un mezcla de soul y jazz. Buena base rítmica. - New Orleans: una payasada en la cual Palmer hace ruidos con un vocoder. - Two Part Invention In D Minor: una miniatura sinfónica en la cual Palmer toca el xilofón
- Food For Your Soul: una gran pieza de jazz extralimitado con excelentes solos de bateria. - Tank: nueva versión de este tema de los primeros tiempos. Los arreglos de teclados son diferentes y la parte percusiva es poco lucida. El resultado es negativo en comparación con la primera versión. - Fanfare For The Common Man: clasico del trio. Basada en la obra de Aaron Copeland. Esta muy bien hecha aunque se hace un poco larga. Prefiero la versión del single. - Pirates: gran cancion gran. La orquesta trabaja muy bien y los teclados acorde con la temática de la canción. Quizás sea la última gran canción del grupo.
Works 2 (1978)
Es el álbum que menos me gusta aunque en su favor podemos decir que esta hecho con sobrantes de albums y sesiones anteriores.
1.- Tiger In A Spotlight: un buen rock`n`roll con poco trabajo de guitarras. 2.- When The Apple Blossoms Bloom In The Windmills Of Your Heart I`ll Be Your Valentine: lo mas destacable es su extenso titulo. Un instrumental para lucimiento de los músicos. Los hay mejores. 3.- Bullfrog: una payasada jazzistica de Mr. Palmer. Olvidable. 4.- Brain Salad Surgery: me parece improvisada, desordenada y mal resuelta. 5.- Barrehouse Shakedown: un pieza de music-hall sin mucho para destacar 6.- Watching Over You: una buena balada romántica bien cantada por Lake 7.- So Far To Fall: parece un intento de soul-jazz. Muy aburrida. 8.- Maple Leaf Rag: parece imitar a las viejas bandas del oeste norteamericano. Divertidamente pasable. 9.- I Believe In Father Christmas: otra buena balada del dúo Lake-Sinfield 10.- Close But Not Touching: otra pieza de Palmer que mezcla el jazz y el soul. La melodía es bastante estúpida y la sección de vientos resulta insoportable. 11.- Honky-Tonk Train Blues: music-hall acelerado a cargo de Emerson. Entretiene pero cansa 12.- Show Me The Way To Go Home: buena pieza de swing de los `40.
Kevin
Hablemos de Works Volume I de Emerson, Lake & Palmer. Este álbum es una oda a la autoindulgencia y da motivos necesarios si quieres escribir una tesis llamada: "¿Qué mató al Rock Progresivo?". Analicemos este disco por sus cuatro lados, los que a diferencia del Tales From Topographic Oceans de Yes, ni siquiera tienen canciones de 20 minutos hablando de la autobiografía de un Yogi en una constante experimentación, sino que más bien los clichés gastados de una banda que peca de ambiciosa y poco creativa.
Vamos por el Lado 1, conocido como el lado de Keith Emerson, que consiste en una suite de 18 minutos aproximados con una pomposa orquesta mientras él se regodea en su piano. "Piano Concerto No. 1" es la prueba de que al quedar sin ideas, decidieron incluir un recicle de ideas que cualquier compositor clásico hubiese desechado para crear un track de sala de espera. Ningún momento es digno de atención, es más, nada de lo que caracteriza a la banda se halla en esta composición, solamente a un egocéntrico tecladista demostrando que cualquiera puede crear un concierto de piano... Solo que deja claro que no cualquiera puede hacerlo.
El lado 2, o el lado de Greg Lake es una colección de baladas acústicas que repiten la formula de temas tan buenos como "Lucky Man" o autoplagios a "Still You Turn Me On..." (Ver "C'est La Vie") y que fueron compuestas por el bajista junto al conocidísimo Peter Sinfield, otrora compositor de King Crimson. Aparte de la innecesaria sobre orquestación, este lado falla estrepitosamente en siquiera acercarse a una tendencia más AOR, lo cual es demasiado cuestionable. Incluso el riff de introducción de "Hallowed Be Thy Name" recuerda al "Horse With No Name" de America, solo que denigrado a una tonada sin sentido y poco coherente al álbum. Y en serio... ¿A qué vienen las secciones orquestales? Sobran en todo momento.
Luego está el lado 3, o el lado de Carl Palmer, que tiene algunos momentos interesantes. Es el lado más rockero de los solistas y a pesar de la pomposa orquesta, Palmer demuestra su talento en la batería de manera solida. "L.A. Nights" es quizás el más extraño de las canciones que componen este lado, sobre todo por la intervención de Joe Walsh (Eagles), pero aun así, no está al nivel de sus discos anteriores y la primera mitad de este lado parece ser una parodia de lo que fuera la banda en sus tiempos de gloria. Mención aparte al arreglo de Bach hecho en xilófonos de "Two Part Intervention in D Minor", quizás uno de los momentos más destacados del lado Palmer y del disco en general. Otros momentos donde Palmer se luce son "Food for Your Soul", con un grandioso solo de batería acompañado de una orquesta que parece sacada de una película de espías.
Para al fin terminar este extenso y tortuoso viaje, tenemos el lado final, el de Emerson, Lake & Palmer trabajando juntos. Y este es el mejor de los cuatro lados por una sencilla razón: "Fanfare for the Common Man". A pesar del molesto sintetizador Yamaha GX-1, este tema se volvió un clásico instantáneo del trío y es recordada hasta el día de hoy. Hay que aclarar, en todo caso, que este es un cover de Aaron Copeland. En tanto "Pirates" es un intento por replicar la pieza anterior pero con una tonalidad más épica, además que el exceso de sintetizadores y la nula irrupción del característico Hammond de Keith lo hacen menos agradable.
En conclusión, estamos ante el trabajo que inició la debacle de ELP y comenzó a confirmar que al Prog solo le quedaban meses de vida, aunque otras bandas contemporáneas al trío hicieron mejores esfuerzos durante esos años con Going for the One, A Farewell to Kings o Animals, pero esto debido a que evitaban los clichés y la autoindulgencia y creaban discos con alma y mente equilibradas. Esto es pura mente, mal aplicada, pero mente a final de cuentas. Una mente fría e insulsa que intenta lucir su inteligencia y su capacidad de labia a sus compañeros de clase, pero que termina quedando como un arrogante y se gana el odio de su facultad. ELP se volvió ese compañero de facultad que todos odiamos pero no podemos evitar oír. Una lástima, pero también es el ejemplo ideal de, como dije al principio, mostrar en una tesis para demostrar el cómo un género que prometía genialidad como el Prog Rock fue sepultado aquel trágico 1977.
Miguel Antelo
Lista de Temas:
Works Vol 1:
01. Piano Concerto No. 1 (2017 Remastered Version)
02. Lend Your Love to Me Tonight (2017 Remastered Version)
03. C'est La Vie (2017 Remastered Version)
04. Hallowed Be Thy Name (2017 Remastered Version)
05. Nobody Loves You Like I Do (2017 Remastered Version)
06. Closer to Believing (2017 Remastered Version)
07. The Enemy God Dances with the Black Spirits (2017 Remastered Version)
08. L.A. Nights (2017 Remastered Version)
09. New Orleans (2017 Remastered Version)
10. Two Part Invention in D Minor (2017 Remastered Version)
11. Food for Your Soul (2017 Remastered Version)
12. Tank (2017 Remastered Version)
13. Fanfare for the Common Man (2017 Remastered Version)
14. Pirates (2017 Remastered Version)
Works Vol 2:
01. Tiger In A Spotlight
02. When The Apple Blossoms Bloom In The Windmills Of Your Mind I'll Be Your Valentine
03. Bullfrog
04. Brain Salad Surgery
05. Barrelhouse Shake-Down
06. Watching Over You
07. So Far To Fall
08. Maple Leaf Rag
09. I Believe In Father Christmas
10. Close But Not Touching
11. Honky Tonk Train Blues
12. Show Me The Way To Go Home
13. Introductory Fanfare (Live)
14. Peter Gunn (Live)
15. Tiger In A Spotlight (Live)
16. C'est la Vie (Live)
17. Watching Over You (Live)
18. Maple Leaf Rag (Live)
19. The Enemy God Dances With The Black Spirits (Live)
20. The Pancha Suite
21. Knife Edge (Live)
22. Show Me The Way To Go Home (Live)
23. Abaddon's Bolero (Live)
24. Pictures At An Exhibition: I. Promenade, II. The Gnome, III. Promenade, IV. The Hut Of Baba Yaga, V. The Curse Of Baba Yaga, VI. The Hut Of Baba Yaga, VII. The Great Gates Of Kiev (Live)
25. Closer To Believing (Live)
26. Piano Concerto, Third Movement: Toccata con Fuoco (Live)
27. Tank (Live)
28. Bo Diddley
29. Humburg
Alineación:
- Greg Lake / vocals, bass, guitars
- Keith Emerson / Hammon, piano, synthetizers, accordion, orchestration (5,7,8,12), arranger (12)
- Carl Palmer / drums, percussion
With:
Ron Aspery / sax (3) - uncredited
Colin Hodgkinson / bass (3) - uncredited
Alan Cohen / co-orchestrator (5,11
Tony Harris / co-orchestrator (7)
Godfrey Salmon / co-orchestrator (12)
London Philharmonic Orchestra (8)
Emerson, Lake & Palmer - Works I & II (1977)

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