Emily eterna es la primera novela de M.G. Wheaton y se trata de un thriller de ciencia ficción que ya podemos leer en castellano bajo el sello Runas. Esta historia que explora las posibilidades de la tecnología y la evolución genética en un mundo cuyo final es inminente, está tan ágilmente desarrollada y abre tantos interrogantes que dudo que nadie pueda aburrirse o dejar de reflexionar con su lectura. Pero ¿quién es esa tal Emily?
Pues Emily es un nuevo invento que va más allá de la Inteligencia Artificial o IA, ya que se trata de una Conciencia Artificial que tiene conocimiento de su propia existencia y que está programada para ayudar a los humanos a superar traumas en los últimos días de la Tierra. Y es que, señoras y señores, el apocalipsis está muy cerca porque el sol ha decidido adelantar su muerte varios miles de millones de años, por lo que la humanidad se enfrenta irremediablemente a su extinción a pesar de que la historia de Emily eterna parece desarrollarse en el presente o en un futuro muy inmediato. Ahora que todo parece estar perdido, un grupo de científicos cree haber dado con una solución para perpetuar la especie humana, copiando y almacenando los recuerdos de todos los seres humanos para lanzarlos al espacio hasta que en un futuro alguna especie pueda recuperar y conocer los datos sobre la vida en la Tierra. En sus investigaciones, Emily descubre una extraña particularidad en el ADN de algunos sujetos y empieza a considerar otras posibles soluciones para la supervivencia de la humanidad, pero el laboratorio en el que trabaja es atacado y debe huir y esconderse continuamente con ayuda de Jason, un estudiante humano del que parecer haberse “enamorado”.
Un momento, un momento. ¿Qué significa eso de que un robot se ha enamorado? (Te preguntarás). Resulta que Emily está diseñada para imitar el comportamiento humano (rutinas cotidianas incluidas) y comprender los sentimientos de las personas, por lo que este peculiar invento cree también sentir. Esta novela (como ya hicieran tantas otras obras de ciencia ficción de temática robótica) pone sobre la mesa la posibilidad de que los robots podrían llegar a experimentar sentimientos humanos, y Emily no sólo siente cariño, aprecio, enamoramiento o atracción física, sino que además puede ser sarcástica, irónica e incluso tiene sentido del humor. Es precisamente este lado más humano que puja continuamente con su parte analítica, lo que lleva a nuestra protagonista a plantearse su papel en la supervivencia de la humanidad, cuestionando las acciones que considera poco éticas o inhumanas y enriqueciendo este relato de ficción sobre las repercusiones del desarrollo tecnológico a gran nivel.
De este modo, para el lector Emily también será casi como un personaje de carne y hueso, mientras nos cuenta desde su punto de vista su aventura para escapar de unos enemigos de los que acabará conociendo sus intenciones. Finalmente, intenta poner en marcha un plan alternativo para la humanidad que considera más ético y natural. ¿Lo conseguirá o será el fin para todos? En esta novela explorarás junto a ella los avances tecnológicos, la lucha por la supervivencia, la conquista del espacio y las posibilidades evolutivas, todos temas eternos para el ser humano y no sólo en la literatura de ficción.
Te animo a que leas Emily eterna cuando tengas la oportunidad, independientemente de que suelas leer ciencia ficción o no, porque este libro te mantendrá en vilo casi todo el tiempo al funcionar como un thriller y es una magnífica excusa para soñar con inventos que parecen imposibles, a pesar de que este tipo de inteligencias cada vez podrían estar más cerca de ser una realidad y los dispositivos que podrían evolucionar en ellas ya están en nuestras casas y en nuestras manos. Por mi parte, terminada esta novela ya sólo queda esperar la próxima novedad de Runas, ya que he oído que vienen cositas suculentas. ¡Seguiremos informando!
ó