Dicen en un diario español que fue arrestada por irrumpir en el Senado de los Estados Unidos.
Que se mostró a sí misma para cambiar un sistema que pensaba que era injusto. Es la moda que la mayoría de las celebridades se autodefinan como activistas, feministas, progresistas, etc porque así les es fácil acceder al mundo de las ayudas, subvenciones, contrataciones, publicidad oficial y todas esas mamandurrias…
La Rata dice que está comprometida con un cambio radical pero no ve nada inconsistente en lucirse un día sin ropa y el siguiente con una pancarta feminista. Cree que sus más de 20 millones de seguidores en Instagram no lo son por verla casi en pelotas día si y día también.
Y dice que su próximo destino es el cine. Querrá decir Netflix…
Para algunas cosas, 2013 parece parte del siglo pasado. En marzo de ese año, la estadounidense Robin Thicke lanzó Blurred Lines, que alcanzó el número uno en varios países, incluido Estados Unidos, donde permaneció en esa posición durante tres meses, rompiendo récords de ventas, descargas y streaming.
El tema bailable y pegadizo era inevitable. Es increíble si examinas la letra seis años después, que algunos han interpretado como casi una invitación a la violación, y el video donde la cantante, mentora de Pharrell Williams y el rapero TI aparecen rodeados de versiones sin censura. Hay mujeres que vestían solo tangas. ¡Horror! ¡Luchemos contra esto con la fuerza que no lo hacemos contra los Talibán!
Thicke ha sido acusado de ser misógino y de perpetuar los estereotipos arcaicos del hip hop machista, pero nada impidió que su canción se convirtiera en una bomba. ¿Será porque a los jóvenes en general les importa un soberano pito, pita o pite toda esta apisonadora publicitaria de minismo, minisma y minisme?
La directora del clip, Diane Martel, intentó convencer al mundo de que su trabajo era en realidad un intento de romper los estereotipos de género. Son tan burdeles que encima no paran de querer justificar en vez de decirles a todas estas y estes que se vayan a tomar viento fresco y se le resfresque, ya de paso, el chuino, chumina o chumine…
La Emily Ratajkowski es muy, muy divertida. ¿No? Y tremendamente ridícula. Dice que obliga a los chicos a actuar de manera juguetona para que no parezcan cazadores. ¿? Tu sabes que lo que quieren estos machotes, lo mismo que las lesbianotas que te siguen es verte las bolas si no algo más… Y lo sabes…
Lucen la bandera del feminismo sin usar mucha ropa mientras llaman masculinismo tóxico a todo aquél chico que pretenda hacer lo mismo…
Caviar de UltraIzquierda
es el de esta ¿modelo? ¿influencer? ¿actriz? un perfil difícil de identificar, algo que normalmente castiga a las grandes estrellas de esta red social, que basan su éxito en cuentas monotemáticas y monocromáticas: su cuerpo. Las prostitutas lo hacen de forma más digna. Y más honesta y sincera.
En Instagram, la modelo promociona sus propios productos y causas, eso si, a cambio de pasta gansa… Porque todo esto no es una causa sino un negocio de muches… Como los movimientos Black Lives Matter y Me Too.
A la mayoría de las adolescentes se les presenta la sexualidad a través de la pornografía o imágenes retocadas de celebridades. Mientras balbucean slogans correctitos dictados por las mafias ultraizquierdistas mundiales suben fotos medio en pelotas para ganar la audiencia que sus mensajes por sí mismos no podrían lograr ni de lejos…
¿Cómo conseguir 640.000 «me gusta» en dos horas? Un par de tetas, un culo… Para que os hagáis una idea, una foto de Melania Trump, la primera dama de Estados Unidos, publicada el día anterior, no llega a las 200.000, pero si enseñara lo mismo que la Rata no dudo que sería Trendic Tropic aunque dijera Biden es primo hermano de Bin Laden.
Instagram es muy importante en su carrera -dice ella- Las modelos de hoy tienen la capacidad de controlar su imagen -dice también- . es amiga de algunos que desarrollaron sus carreras en la década de 2000 y no tenían forma de hacerlo, dependían de otros. Por eso descubre que es una herramienta muy poderosa.
Juega en una liga determinada: la liga modelo-influencer ultraizquierdista. Profesionales que tienen que solo tienen que enseñar mucho y tener poco cerebro para repetir los mantras progres hasta la suciedad..
Asegura que no ha trabajado durante tres años. Y claro, si a trabajar le llamamos lo que ha hecho esta chica alguna vez, no me extraña que los trabajadores estemos abandonando a la izquierda en masa.
Ratajkowski es famosa por su apoyo a Bernie Sanders en las primarias del Partido Demócrata, quizás porque la llevó a abrir uno de sus mítines.
Cuando se le pregunta cómo quiere que sea el próximo presidente, admite que debería ser alguien que no tuviera vínculos con empresas, alguien de la extrema izquierda, que cambiaría todo el sistema. Ese sistema del que ella vive como la mayoría de los «heteropatriarcales, machirulos y privilegiados no podemos ni tan siquiera soñar para nosotros».
Del cine ‘macrocéntrico’ se ríe, pero no quiere decir nada más al respecto. Pero Emily Ratajkowski ya pide abiertamente evitar preguntas políticas. ¿Habrá aprendido algo? Es que las reacciones a sus puntos de vista una vez que ves sus fotos y te aventuras a leer sus cosas, no son muy amigables…
Ya se sabe que las intelectuales e intelectualos pueden ir sin sujetador. Sin embargo, si una modelo entra en política, será trolleada hablando de sus senos. ¿Y de que mejor hablar sino de eso?
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