Nacido el 3 de Marzo de 1990 en Le Lamentin, ciudad francesa de la isla de Martinica, que para los que no la conozcan es una posesión francesa que se encuentra en los mares del Caribe. Bien, continuando con el protagonista del artículo, hay que decir que este joven francés comenzó su carrera jugando en las filas del USL Sainte-Luce, equipo de la isla citada anteriormente, hasta que a los 14 años llegó al país galo para continuar con su formación en las inferiores de su actual equipo, el AS Saint-Etienne. Una vez asentado allí, reconoció que su compatriota Piquionne fue una de las personas a las que más agradecería debido a la ayuda que le había dado para adaptarse al equipo. Su ascensión al primer equipo se produjo la temporada pasada, en la que entró varias veces en las convocatorias, concluyendo con un gol en 8 participaciones. Sin embargo ha sido esta campaña cuando Rivière se ha asentando definitivamente en el primer equipo, siendo el máximo goleador de la plantilla con 6 tantos esta temporada en liga, por delante de Bergessio con 5. Internacionalmente, hay que destacar que Rivière ha formado parte de casi todas las categorías inferiores de la selección francesa, formando parte de los combinados sub. 16, sub. 17, sub. 18 y sub. 19, donde participó en el último europeo celebrado en Ucrania, siendo una de las figuras más importantes en el ataque de los “mini-bleus”.
Definiendo su estilo de juego, destacamos en Rivière el gran trabajo que hace en cada partido, moviéndose constantemente por toda la zona de ataque y participando en casi todas las jugadas de ataque del conjunto galo. Muy dinámico y sacrificador, es un ariete que se entiende muy bien con sus compañeros de arriba y no duda en ser generoso con ellos, hecho que además lo caracteriza como un buen complemento al otro punta del equipo, Bergessio, ya que además de ver puerta con facilidad sabe habilitar a sus compañeros y asiste con bastante facilidad. No es un delantero que se caracterice por su habilidad para el regate ni mucho menos, sin embargo, es muy desequilibrante por velocidad y fuerza. No es raro verle caer a las bandas o incluso bajar un poquito más para recibir la pelota y llevar la batuta del ataque de “les verts”. Otro de sus puntos fuertes es la colocación, ya que muchos de los goles que ha marcado han sido por estar en el sitio adecuado para empujar el balón, aunque hay que decir que ha veces le falla la definición ante el portero pero sin duda tendrá tiempo de mejorarla con minutos sobre el terreno de juego. En definitiva, estamos ante un jugador de gran proyección y que su aportación esta temporada ha sido más importante de lo que se creía en un comienzo. Rivière ha sabido ganarse el puesto de Gomis tanto en el terreno de juego como entre la afición, que están ante un nuevo ídolo al que esperemos le vayan tan bien las cosas como le fue al internacional francés. Recuerden que pueden ver todo sobre Rivière y otras promesas del futbol internacional en mi blog: http://guardiandelfutbol.blogspot.com/
