https://c2.staticflickr.com/4/3007/3127735375_7c6d8d6d2f.jpg
Quisiera comenzar a hablar de la resignación, desde la experiencia y testimonio de la abuela Resu. Gracias a ella aprendo día a día de sus experiencias y de su filosofía de vida. La resignación es algo de lo que habla mucho, y de lo que se siente muy segura proponiendo sólidos argumentos. Este pensamiento ayuda a afrontar los problemas y las vicisitudes. En concreto ella habla de la resignación ante el duelo.No confundáis resignación como un aspecto negativo, según la RAE se trata de “Conformidad, tolerancia y paciencia en las adversidades” y parece que es mucho más correcto hablar de aceptación pero en la teoría se refieren a lo mismo. Llamadlo como consideréis, simplemente resignación tiene una connotación religiosa y aceptación se utiliza para contextos más neutrales, psicológicos y de autoayuda. Ahora entiendo por qué la abuela Resu se decanta por “resignación”.
Los cuidadores, cualquiera de ellos, pero en concreto los que se enfrentan a diagnósticos de carácter degenerativo, deberán poner en marcha cuanto antes su capacidad de resignación o aceptación. Su ausencia paraliza y ellos no pueden permitirse que esto les ocurra. Resignarse es complicado, tiene mucho que ver con la personalidad de cada uno, pero mucho más complicado será que debas actualizarlo a medida que aparecen cambios. Cambios que degeneran hacia la dependencia. Por si no fuera poco, todo esto tiene un único final. Puede ser más o menos tardío pero llega, y es cuando, de nuevo, deben ponerse en marcha los mecanismos de resignación, aceptación, conformidad, tolerancia y paciencia. Esta vez hacia un nuevo camino, el del duelo. Todo esto tiene una doble cara, y es que la dureza de la situación y de la necesidad de adaptación hacen que no se perciban aspectos positivos, pero aparecerá la resiliencia, aparecerá ese sentimiento de paz contigo mismo, y la tranquilidad de saber que has podido con ello, que lo has superado y que has estado a la altura.Cuidadores, aprended de la resignación, es un gran repelente de la frustración y os llevará hacia el camino del aquí y ahora y de la tranquilidad con vosotros mismos.