La telequinesis es un terreno propicio para que ‘vendemotos’ televisivos arruinen la cubertería del ajuar de tu abuela, o para que adolescentes vengativas destrocen un baile de graduación típicamente americano (inolvidable Carrie en la novela de Stephen King y en la película homónima de Brian de Palma). Pero, aunque hasta hace bien poco mover cosas con el cerebro quedaba reducido al espacio de la seudociencia o la pura ficción, lo cierto es que la posibilidad de controlar ordenadores con nuestras ondas cerebrales ya es una realidad.
Una de las principales impulsoras de este avance es Tan Le. Su historia no necesita poderes paranormales ni supercherías para resultar asombrosa. Nacida en Vietnam del Sur, el suyo es un relato de superación y lucha. Uno de esos que se convertirían en un material perfecto en manos de un buen guionista para escribir una película de Oscar. Incluye inmigración clandestina a bordo de un barco, piratas, campos de refugiados, suburbios en Melbourne, cuatro mujeres fuertes, violencia y mucha fuerza de voluntad. O, para resumir un poco, es la historia de cómo una inmigrante vietnamita sin recursos termina por convertirse en una de las mujeres más admiradas en el mundo de la tecnología.
Le es la fundadora de Emotiv, empresa dedicada a la fabricación de interfaces que conectan el cerebro con el ordenador. Esto permite, literalmente, mover objetos con la mente. A través de una diadema que funciona como un electroencefalograma recogiendo las ondas cerebrales de los lóbulos frontal y temporal de nuestro cerebro, Emotiv ha conseguido que cualquiera pueda conducir un coche teledirigido y dar órdenes a una computadora tan sólo con pensar en ello, o incluso “medir” la salud de nuestros sentimientos (niveles de estrés, ansiedad, alegría…). El software creado por Emotiv interpreta las señales eléctricas a través de algoritmos y crea patrones únicos para cada pensamiento, de forma que si se repite ese pensamiento (por ejemplo, la orden de mover hacia adelante un objeto) se realiza la misma acción de forma idéntica. Con la convicción que sólo puede transmitir alguien acostumbrado a resolver situaciones complejas, Tan Le enumera las aplicaciones que su invento puede proporcionar: desde revolucionar el ocio electrónico a permitir mayor autonomía a personas con movilidad reducida. Afortunadamente, quemar polideportivos -como el personaje de Stephen King-, no está contemplado…
Tan Le
Cofundadora y CEO de EmotivFuente: One.ElPaís