Nada Original, grupo vallisoletano surgido a finales de 2009, se despidió de forma permanente de sus fans este pasado sábado en un concierto en la Plaza de Portugalete que ofrecieron conjuntamente con Cellar Bird. Numerosos recuerdos, una relación más que cordial entre sus miembros y las ganas de dejar un buen sabor de boca dominaron la conversación de estos cinco artistas con Ruta 42.
Una información que os traemos firmada por Alberto Salazar Peso, con fotografías de Miriam Badiola.
Sobre las siete y media de la tarde Juan Herrero (voz y guitarra), Javier Luna (guitarra y coros), Carlos Serrano (bajo), Javier Azofra (teclado y coros) y Alejandro Cela (batería) comenzaron a acercarse al escenario de la Plaza de Portugalete y dieron su última entrevista a este medio. El encuentro, de poco más de diez minutos, estuvo caracterizado por el afecto entre los cinco jóvenes músicos y por los sentimientos contrapuestos: la alegría de poder descansar y acabar con buen píe la andadura del grupo frente a la tristeza de tener que acabar con algo a lo que habían estado entregados en cuerpo y alma los últimos años y que, como pasa con las relaciones amorosas, quizás era mejor dejarlo de forma elegante antes que no poder dedicarle todo el tiempo necesario.
Nada Original comienza, según nos contaron los jóvenes artistas, con una conversación entre Javier Luna y Alejandro en un ensayo para una banda de versiones; a partir de entonces siguieron manteniendo contacto y surge la intención por parte de ambos de crear un conjunto con gente de su misma edad. A partir de este encuentro, la idea empezó a tomar forma y desde marzo de 2010 ha mantenido los cinco componentes que pusieron el broche final al grupo en la noche del sábado.
Donde no hubo duda para ellos fue en qué concierto que recordaban con más cariño. La respuesta “Plaza Mayor” fue instantánea, no solo por el hecho de ser teloneros de Coti y de tocar ante un público tan numeroso sino, como mencionó Alejandro, por el mero hecho de poder tocar en este espacio y por la gran cantidad de artistas que han pasado por este lugar tan emblemático de Valladolid. Gracias a este recital, añadió Luna, se animaron a publicar una maqueta en octubre de 2011, totalmente auto producida y sin el apoyo de ninguna discográfica. Era necesario dejar una huella, comentó Herrero, un símbolo de lo que todos ellos habían logrado crear partiendo de un local de ensayos “pequeño y caro”.
Y una vez dejada la huella y a pesar de haber dado tan solo dos conciertos en lo que llevamos de año, todos tenían claro que era el momento de poner punto y final al grupo. Los estudios (hay que tener en cuenta que Azofra y Alejandro están cursando segundo de Bachiller y el segundo tiene claro que continuará sus estudios fuera de Valladolid el año próximo) y la falta de frecuencia con la que en los últimos meses coincidían para ensayar han sido los motivos principales que han llevado a esta separación. Pero como el propio Alejandro nos comentó son muchos los vínculos creados, por lo que no dejan la puerta cerrada a una futura reunión. De hecho, todos quisieron dejar claro que este desenlace no se debe a proyectos individuales de ninguno de los integrantes sino, sencillamente, a que hay un momento en que todo llega a su final.
Quizás fue la última respuesta del grupo la que mejor puede resumir los sentimientos contrapuestos que se les vinieron encima en el día de ayer. Al plantearles con cuál de sus canciones propias les gustaría ser recordados y tras varias divagaciones, Luna comentó que les gustaría ser recordados principalmente por su variedad musical, por el hecho de que el público nunca tuviese claro lo que le iban a ofrecer estos cinco pucelanos que, contradiciendo al nombre que les ha definido estos últimos años como conjunto, siempre quisieron ser diferentes.
Las pretensiones de los cinco componentes de Nada Original eran grandes: querían despedirse dando lo mejor de sí mismos y esperaban que el público y las condiciones acompañasen. Y vaya que sí lo hicieron. El concierto comenzó pasadas las 9 de la noche. La temperatura agradable (teniendo en cuenta a las alturas de año que estamos) acompañada por canciones pegadizas y acertadas versiones de grandes éxitos patrios hicieron que poco a poco la plaza se fuese poblando y que se alcanzasen, teniendo en cuenta a los curiosos que seguían el evento desde el muro de la Catedral y alrededores, las más de dos centenas de espectadores.
Una de las canciones que más motivó al público fue “Yo solo quiero” del grupo Pereza, algo lógico si tenemos en cuenta que una gran parte de los entregados fans de este grupo aún no han cumplido la mayoría de edad. De las canciones propias de Nada Original, “Vaqueros rotos” fue la más coreada por una veintena de jóvenes que ocupaban las primeras filas y que daban muestra así de la gran aceptación que tiene esta balada, que llevó al grupo a quedar finalista de la segunda edición del concurso Mescal y que les permitió acercar su tema a más de seiscientas distribuidoras de música digital, Spotify, iTunes, o Fnac entre ellas.
Como Carlos Serrano y compañía habían prometido previamente a Ruta 42 hubo sorpresas. Además de permitir a una fan subir al escenario para celebrar su despedida de soltera, tras una de las últimas canciones todos los miembros del conjunto subieron con una tarta para felicitar el cumpleaños a Alejandro, que cumplía dieciocho años y que se mostró muy emocionado. Fue sin duda esta emoción lo que caracterizó la última actuación de estos chicos que, entre risas y aplausos ante la insistencia en que la gente comprase uno de sus discos, se despidieron dando muestra de que, pese a que a partir de ahora cada uno comenzará a caminar por separado, sin duda han cumplido su objetivo de aportar algo de simpatía y frescura a la escena musical vallisoletana.
Doc Pastor
Hace tiempo inicié Ruta 42 (@ruta42 en Twitter), una gaceta para la que dedico la mayor parte de mis escritos y fotografías. También colaboro actualmente con el periódico AQUÍ en Valladolid y en la revista LaRAÑA de Sevilla. Cuando no estoy por aquí es que estoy jugando con mi perrito (se llama Loki).