Empatía (Retrato de algunas palabras)

Dice el D.R.A.E. en su actual edición, que es la vigésima segunda:

empatía.

1. f. Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.

Aunque existe una propuesta de modificación, o quizás una modificación en firme para la siguiente edición, que en consecuencia sería la vigésima tercera:

empatía.

1. f. Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.

Es una palabra que hasta 1984 no la recoge la Academia, con una redacción un poco más enrevesada:

empatía.

1. f. Participación afectiva, y por lo común emotiva, de un sujeto en una realidad ajena.

No parece dejar mucho lugar a la interpretación. Tienes que tener capacidad para identificarte con el otro o no eres empático ni por el forro. Y no sólo mentalmente, sino afectivamente, triple salto mortal sólo al alcance de los más bravos. Y parodiando a un amigo mío, que a su vez parodia a un amigo de Leticia Ortiz, a la sazón princesa con suerte, digo consorte, diré eso de: – No seré yo, no seré yo. – descabalgando las gafas de la nariz.

Claro que alguien hace más de dos mil años, dijo aquello de: – Por sus obras los conoceréis (Mateo 7:16 si mi referencia no es errónea). – Que viene a ser tres cuartos de lo mismo que: – Una cosa es predicar y otra dar trigo. – O aquello de: – Dime de que presumes y te diré de que careces. – O aun más: – Obras son amores y no buenas razones.-

Y paro aquí las citas de sabiduría popular, para que nadie me diga, masculinizando el refrán, aquello de: – Hombre refranero, hombre puñetero. -

Y yo, masculinizando la palabra, que académicamente sólo admite el femenino, podría decir algo así como:

¡Déjame “em pá tío”!