A raiz de nacer Valeria, navegando por foros y blogs, conocí una alternativa a la alimentación mediante papillas. Se trata del Baby led- weaning, que literalmente significa "destete dirigido por el bebé".Para quienes alimentamos a nuestros hijos a demanda (porque, aunque a Valeria le demos biberón, lo hemos hecho siempre a demanda, lo que ella ha querido cuando lo ha querido, sin rigideces de "cada 3h" o "x tomas al día"), es un "siguiente paso" lógico.
Se trata de que es el bebé el que decide lo que come, cuándo y cómo lo come. La leche sigue siendo su principal alimento hasta el año, y todo lo demás es, como bien dice el nombre, "complementario". La filosofía de este método de alimentación consiste en dejar que el bebé experimente con texturas y sabores, hacer del momento de comer un momento de juego y disfrute, y aprovechar la curiosidad natural del bebé, sus ganas de explorar, para que se aproxime a la comida de un modo agradable, natural y sin traumas.
Lo primero que hay que tener claro si se opta por el baby led-weaning, es que no podemos estar sufriendo por las cantidades que come o deja de comer el bebé. No se trata de que se alimente (aunque algo comerá seguro), sino de que aprenda a alimentarse. Lo segundo a desechar de nuestra cabeza, es la idea de que coma sin mancharse. Si le dejamos hacer, va a manchar, y mucho. Se va a manchar él, la ropa, la trona, el suelo y todo lo que esté al alcance de sus manitas y su cuchara.
Acerca de cómo llevar a cabo de forma segura el Baby Led Weaning hay artículos muy interesantes en la red, como por ejemplo, éste y éste, del blog de Eloísa, o, si leéis en inglés, hay un pdf muy interesante del ministerio de sanidad irlandés, que encontraréis como primer resultado si ponéis en google "starting to spoon feed your baby". Este último me lo recomendó Carlos González, resulta que en Irlanda, la sanidad pública recomienda este modo de alimentación a los bebés, lo cual lo dota de una oficialidad interesante.
Yo voy a hablar de mi experiencia personal. Siendo puritanos, el Baby led-weaning no debe empezarse antes de los 6 meses de edad, sobre todo para niños de pecho.A esa edad, si el niño tiene curiosidad por probar, ya está en capacidad de coger una cuchara o la comida con sus manitas y llevársela a la boca, por lo que el adulto tiene poco intervención (básicamente asegurarse de que la comida que le deja al alcance es segura para el bebé y vigilarle mientras come para evitar riesgos innecesarios). Sin embargo, si el niño es alimentado a biberon o incluso es de pecho pero se le ve con ganas, se puede empezar antes, hacia los 4 meses. A esa edad es difícil que el bebé sepa llevarse la comida a la boca, por lo que los padres son quienes se lo dan. Nosotros hemos empezado a darle a Valeria cosas distintas de la leche a partir de los 4 meses y medio corregidos y bien pasados, e intentamos hacerlo de modo que sea ella quien decide qué come y cuándo. Le ofrecemos la comida en un plato y se la acercamos para que la pueda coger (es delicioso ver el plátano espachurrado en sus manitas). A veces le apetece comer e intenta llevársela a la boca, unas veces atina y otras no. Si tiene ganas de comer, le damos nosotros con la cuchara, le acercamos la cuchara a la boca y ella si quiere come y si no, no, me explico, no le metemos la cuchara en la boca ni la distraemos para que la abra. Le acercamos la cuchara mientras le decimos lo que hay y le preguntamos si le apetece, "mira, Valeria, ¿quieres plátano?" Ella decide si le apetece y cuánto quiere comer.
Con algunos alimentos es más sencillo dejarla comer sola, por ejemplo, los gajos de mandarina, ella solita lo coge y se lo come y lo deja completamente exprimido.
Hasta el momento ha comido: mandarina en gajos, plátano machacado, patata y zanahoria hervidas y aplastadas, arroz y lentejas. Y ha bebido agua y zumo de naranja. Todo con gusto, con risas, estirando los bracitos para coger la comida y con algún llanto porque no le llega a la boca a la velocidad que ella quiere!
Desde mi punto de vista es un modo muy bueno de acercar la comida al bebé, no se basa en la imposición si no en estimular los sentidos, la curiosidad, las ganas de experimentar del bebé, y es una forma buenísima de pasar un buen rato de risas y diversión en familia.
Os dejo un vídeo de la primera vez que Valeria comió mandarina y otro de la primera vez del plátano.