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La semana pasada, en el artículo “Los músicos también somos personas”, aportamos una breve definición sobre la autoconfianza: se refiere a la visión que una persona tiene sobre su propia capacidad.
La autoconfianza es una característica fundamental en la carrera de un/a músico/a, porque va a condicionar nuestra forma de comportarnos y de interpretar las situaciones. Es muy diferente afrontar la interpretación de un tema difícil si sientes que controlas la situación frente, a sentirte incapaz.
Todas las personas somos diferentes, a nivel físico y a nivel psicológico.
A nivel físico, saltan a la vista las diferencias que puede haber entre dos personas: alto o bajo, rubio o moreno, fuerte o delgado…
A nivel psicológico también somos diferentes, porque cada persona ha crecido en un contexto diferente, con unas personas diferentes y ha aprendido a ser de una determinada manera. Nuestra manera de ser es en gran medida aprendida. Soy como soy porque he aprendido a ser así. He aprendido a ser extrovertido o introvertido, he aprendido a ser más o menos amable, he aprendido a ser nervioso o tranquilo, he aprendido a ser miedoso o valiente… Lo bueno de esto es que podemos aprender a ser de otra manera: puedo aprender a ser más tranquilo, puedo aprender a ser más sociable, o más amable, o más creativo, o a tener más autoconfianza. Pero recuerda: los cambios internos son posibles, pero también son progresivos. No llegan de la mañana a la noche.
Para desarrollar nuestra autoconfianza debemos ser capaces de ver nuestros puntos fuertes, nuestras virtudes. ¿Serías capaz de realizar una lista con tus principales virtudes como músico/a? Este es un buen ejercicio, anotar tus virtudes, o al menos reflexionar sobre ellas. Puede que al principio te resulte algo difícil, pero todo el mundo tiene virtudes. Tú también. Para completar la lista puedes preguntar a otras personas relacionadas con la música con las que tengas la suficiente confianza como para preguntarles sobre tus virtudes musicales. Una vez que tengas la lista, puedes repasarla diariamente, hasta que hayas asumido todas tus virtudes. Es importante que las interiorices, esta lista te ayudará también en los momentos difíciles (que siempre los habrá) para recordarte a ti mismo/a que, pese a los errores que puedas cometer, eres un/a buen/a músico/a.
Pero un músico también debe conocer y asumir sus limitaciones. No se trata de pensar que somos perfectos, pase lo que pase, ya que esta actitud sólo nos llevaría a estancarnos, a pensar que no tenemos nada nuevo que aprender. Siempre habrá aspectos que podamos mejorar y que requieran trabajo. Márcate objetivos alcanzables, pero que te supongan un pequeño reto. Ni demasiado sencillos ni demasiado ambiciosos. Eso te ayudará a ir avanzando.
Conocer tus virtudes y limitaciones es un primer paso para mejorar tu autoconfianza. Pero tal vez encuentres que, al enfrentarte a una situación difícil, tu autoconfianza aún titubea. Esto se debe a que hay otro factor importante a tener en cuenta: los pensamientos negativos. En una situación complicada nuestra mente puede bombardearnos con autocríticas, que, al margen de que sean más o menos realistas, no llegan en un momento muy oportuno. Estos pensamientos negativos rompen nuestra concentración y hacen más probables los errores. Cuando dejamos que estos pensamientos negativos irrumpan en nuestra cabeza y nos desestabilicen, nos convertimos en nuestro/a peor enemigo/a.
¿Te sientes identificado/a con esta situación? ¿Hay ocasiones en las que eres tu peor enemigo/a?
En el próximo artículo hablaremos sobre cómo combatir estos pensamientos negativos.