He tenido la suerte este año de poder pasar la Navidad en mi ciudad natal algo más de dos semanas, así que teniendo en cuenta que llevo cuatro años y pico viviendo en Munich y apenas veo a mi familia y amigos, creo que mi ausencia temporal del blog está más que justificada.
Como siempre y creo que muchos estaréis de acuerdo en esto, las navidades son un periodo de encuentros, desencuentros, reencuentros, de reflexiones y análisis, de evaluaciones y conclusiones. Un momento de reencuentro incluso con uno mismo. Un momento de mirada hacia atrás, y también de mirada hacia adelante. Surgen preguntas sobre el curso de tu vida y propuestas para su continuación.
Estos días de reflexión son complicados para todos. Algunos se despiden del 2013 con alegría, pues no consideran que haya sido un buen año; otros lo hacen con nostalgia, recordando todos los buenos momentos que han vivido. Otros con tristeza o enfado. Otros ni siquiera lo celebran, pues el cambio de año no supone un significado para ellos, y es probable que reflexionen en otra época del año. Los más idealistas elaboran incluso una lista de propósitos de año nuevo, de los que todos sabemos que al final no se termina cumpliendo ni la mitad. Sin embargo no deja de ser algo motivador para posicionarnos en dirección a determinadas metas y suelen ser de hecho fruto de una exhaustiva evaluación de los procesos y logros conseguidos a lo largo del año anterior.
Yo también era de esas personas que escribía su lista de propósitos, incluso en 2007 hice una para los siguientes cinco años, es decir, hice una descripción o lista de cómo quería verme en los próximos cinco años. Para mi sorpresa, encontré esta lista hace dos nocheviejas y menos uno, pude hacer "tick" en todos los ítems. Ahí me di cuenta no sólo de que las metas que me propuse eran realistas, sino de que tenía claro adónde me estaba dirigiendo. Y sí, me sentí muy satisfecha, por eso sigo haciéndolo aunque también me he dado cuenta de que es más fácil y nacen más metas a los veinte años que a los veinticinco.
¿Propósitos para el 2014?
Entre los propósitos que sugiero a nivel psicológico (es lo mío) están recordar algunos de los puntos de psicología positiva que hemos aprendido este año, como disfrutar las PEQUEÑAS COSAS que nos hacen felices, saber dar GRACIAS por aquello que tenemos y para aprender este último día del año propongo DEPURAR NUESTRA MENTE utilizando como herramienta la reflexión para empezar con buen pie el año y vivir en 2014 envueltos en una atmósfera libre de malos pensamientos que favorecerá una existencia más serena y más estable.
Durante un seminario sobre encuentros entre Oriente y Occidente en Dharamsala, en la India, una psicóloga americana entre el grupo de asistentes expuso el tema del odio hacia uno mismo. En un principio el Dalai Lama dudó haber escuchado bien y pidió de nuevo al traductor que le explicara el concepto. Luego preguntó directamente qué significaba eso de odiarse a uno mismo, ya que le parecía inconcebible que el ser humano pudiera sentir odio hacia sí mismo.
Cuando finalmente entendió a qué se estaban refiriendo, y le explicaron que es un fenómeno muy frecuente en Occidente, le invadió una enorme tristeza. Solo imaginar que tantísima gente pudiera sentirse mal consigo misma, hasta el punto de odiarse... ¿Dónde se originan estos horribles juicios que surgen en nosotros tan frecuentemente? ¿Esos "soy un desastre", "no soy capaz de conseguirlo"? ¿Esos "no me merezco ser amado"? ¿"No estoy a la altura"?
Los juicios negativos que atribuimos a nosotros mismos provienen generalmente del miedo a lo que piensen los demás de nosotros. Son en realidad juicios de otros -reales o imaginarios- que nos hemos atribuido como propios.
En realidad no es tu voz la que resuena en tu cabeza haciéndote sentir así y contaminando tu mundo psíquico. Son las voces irreales de todos aquellos que crees que piensan o han pensado alguna vez así de tí.
Es importante parar el raudal de pensamientos negativos que podemos tener sobre nosotros mismos.
Lo he repetido a lo largo de este año y lo reitero: TRÁTATE CON AMABILIDAD.
¡Fuera prejuicios!
Y esto no es suficiente. ¡Debemos de hecho poner fin al raudal de pensamientos negativos que tenemos sobre los demás! ¿Eres una persona prejuiciosa? Pues debes saber que a nadie estás haciendo tanto daño como a tí mismo. Cuando asestamos un juicio categórico acerca de un amigo, compañero o conocido (o familiar), "es un incompetente", "es un egoísta", "es una arrogante", "es un liante", lo que estamos haciendo es administrarnos una pequeña dosis de autosatisfacción al compararnos ventajosamente con la que consideramos víctima de nuestro juicio. Pero esa satisfacción es muy a corto plazo. Las críticas a la gente con la que compartimos la vida refuerza esa idea de que vivimos en un mundo de víctimas-agresores en el que cada uno es víctima y agresor a la vez.
Solo debes esperar tu turno para ser criticado por cualquiera. Siempre tengo en mente esa famosa frase que me dijo una vez mi madre y que hoy escucho casi a diario por los psicólogos: "NO SE PUEDE CAER BIEN A TODO EL MUNDO. ASÍ QUE DEJA DE INVERTIR TU ENERGÍA INTENTÁNDOLO". Liberándonos de los juicios agresivos a los demás aprenderemos a liberarnos de los juicios que realizamos con nosotros mismos. Cuanto más tolerante y relativo seas, así como cuanto más situacionales sean tus juicios, más tolerante, relativo y flexible serás haciendo juicios sobre tí mismo.
A mi parecer, una de las plegarias más conmovedoras y sencillas del budismo es una etapa fundamental hacia la ecología interior y la de nuestras relaciones con otras personas.
Reflexiones de 2013
Personalmente añado una despedida alegre de 2013, alegre porque haciendo balance ha sido sin duda un año feliz. He cumplido proyectos, he amado y he sido amada a nivel familia, amigos y pareja, he aprendido muchísimo, me he desarrollado a nivel personal y profesional, he vivido nuevas experiencias. También he empezado este pequeño hobby en el que estoy escribiendo ahora. E igual que muchos me habéis escrito agradeciendo lo que hago y animándome a que siga, quiero agradeceros yo también el tiempo que dedicáis en leer mis textos. Sin ser algo remunerado, me satisface y me llena mucho cada vez que alguien me comunica que le he ayudado en algo o que el artículo le ha servido para algo, ya que la sensación que me da siempre es la de escribir para la nada y hace ilusión saber que detrás de la pantalla hay tanta gente que me sigue, incluso dejando de escribir 15 días se ha mantenido la media de visitas diarias.
Estoy sorprendida.
Muchas gracias.
Este 2014 seguiré esforzándome por ofrecer calidad y haceros pasar un buen rato a la vez que aprendemos juntos.
Por otro lado ha sido un año que me ha ofrecido conocer personas maestras, unas me han aportado y enseñado y de otras me he tenido que alejar. Todo el camino ha estado lleno de magia y han ido surgiendo personas, situaciones y oportunidades en cada momento, como si corriera una "jincana". En general creo que la vida se porta muy bien conmigo (si me lo merezco o no, ese es otro tema) y confío en que la actitud positiva que me ha traído adonde estoy hoy me seguirá llevando por el buen camino.
Espero y deseo que todos los que estáis leyendo el artículo de hoy caminéis por el 2014 con decisión, con positivismo, pisando fuerte y que consigáis atraer a vuestra vida todo lo que necesitáis, deseáis y queréis. Acordaros de lo más importante: AMAR, AMAR, AMAR!!! Transmitírselo a vuestro padre, madre, hermano, hermana o pareja, acordaros de decir: TE AMO, no es bueno abusar de una frase pero tampoco evitarla como hace mucha gente; no hay que darlo por hecho, y es tan importante decirlo cuando de verdad lo sientes... No os sintáis débiles ni ridículos, aunque la persona que lo escuche se sorprenda.Pero sobretodo que construyáis un año feliz, que lo llenéis de buenos momentos, felices, que son los que al final quedan en el recuerdo y que tengáis la oportunidad de vivir experiencias que os aporten, os enseñen y os hagan mejores personas.
Os deseo también un buen desliz al 2014 y que paséis hoy una noche especial.
Madrid, disfrazada de Navidad