Empieza septiembre con energías renovadas

Como en años anteriores he aprovechado los meses de verano para nadar más, pero esta vez no he descuidado las salidas a correr como me pasaba en otras ocasiones. A principios de Junio cambie de fisio porque el asunto de las sobrecargas y la sensación de adormecimiento por la zona de los peroneos no se me terminaba de quitar ni con las plantillas y siempre volvía a notar molestias. El primer día, por la descripción del problema que hice, la fisio me dijo que podía ser síndrome compartimental pero al final no ha sido para tanto. Durante los meses de junio y julio me estuve tratando de la sobrecarga mal curada que tenía unido a una pequeña rotura de fibras en el gemelo izquierdo que ni siquiera sabía que tenía también. Durante ese tiempo fui volviendo a correr escalonadamente a la par que me trataba para recuperarme bien, primero descansando mucho y trotando sobre todo y luego cada vez más carrera continua a un ritmo más dinámico.
La verdad es que he notado el cambio una barbaridad, ahora he vuelto a experimentar esa sensación de paz que queda después del entrenamiento. Disfruto corriendo como antes y sin molestias y sinceramente eso es lo que más agradezco. Aun así no se descarta que una vez cada 5-6 semanas me de un masaje de descarga porque soy propenso a sobrecargar esa zona pero la verdad es que no me importa.
Esta semana he entrenado ya la carrera continua de 7-8 km a un ritmo de 5’35 muy cómodo y estoy empezando a ver cual puede ser la primera carrera de la temporada que ya toca. El día que finalmente vuelva a competir me acordaré muy especialmente de Sandra (me hizo las plantillas) y de Esperanza (mi fisio) a ellas tengo que agradecerles esta vuelta a la actividad.