El verano es un excelente momento para encontrar un primer empleo. Muchos estudiantes universitarios ven en estos dos meses de vacaciones la mejor oportunidad para realizar prácticas con actividades afines a lo que estudian o para conseguir algo de dinero “extra” para pagar los gastos de la carrera.
Está muy bien pensar en un trabajo de verano que sean una especie de prácticas, pero hay otra forma de perfeccionar y mejorar lo aprendido durante la formación, y que se puede convertir en muy rentable: ser profesor particular.
¿Has pensado en ser profesor particular?
Un profe de apoyo es una profesional que ayuda a niños o a jóvenes a preparar una asignatura, o varias, o a realizar los exámenes de verano. Mediante este soporte, los niños pueden aprender a su ritmo en clases personalizadas y resolviendo sus dudas al momento.
Pero, para el profesor estas clases puede suponer una buena evaluación de sus conocimientos teóricos y prácticos, así como una forma de dar un repaso general a sus apuntes de estudio.
La preparación de clases y la resolución de dudas se convierte, por otro lado, en un método de comprensión y reflexión sobre cada uno de los aspectos que se estudian, ya que el profesor particular debe encontrar una pregunta concreta y precisa a una duda también concreta, la solución solo se encontrará mediante el análisis y el estudio, o en el mejor de los casos, mediante la preparación de ejercicios y actividades que el alumno después resolverá.
Como trabajo de verano, ser profesor de refuerzo escolar es uno de los más típicos, pero también puede convertirse en una forma de mejorar para seguir estudiando en la Universidad.