Da pena escuchar las noticias, oír a nuestros políticos, ver las escenas de violencia con la que se trata a los ciudadanos, leer las opiniones sesgadas de los supuestos intelectuales en las tertulias... Buf ¡qué panorama!
Por suerte hay espacios para respirar, sino qué seria de nuestras pobres neuronas sometidas a tanto estrés.
Hace unos días he finalizado una de las experiencias más motivadoras de las que somos capaces de proporcionarnos las personas. Como RedVisible he participado, desde el principio, tutorizando a un grupo de nuevos emprendedores. ¡Qué diferencia con el entorno de decaimiento general en el que vivimos! Me ha encantado el entusiasmo de todos ellos que, a pesar de la situación general, luchan y olvidan los malos agüeros de quienes nos quieren meter el miedo en el cuerpo.
En un mes, veintidós personas han aprendido a iniciar sus proyectos empresariales y vitales. Debería de decir que no han sido veintidós sino treinta, pues los profesores y tutores también hemos aprendido: de cada uno de los otros, del grupo, de las experiencias, de los abrazos, de las ideas ...
Sabemos que nada es fácil pero hemos aprendido que o emprendemos o reventamos (o reinventamos esta sociedad)