Empresarios de segunda generación

por Abel Matutes Prats

Los retos que deben afrontar los futuros líderes de las empresas familiares centran el Encuentro Nacional del Forum Familiar que hoy concluye. Más de un centenar de empresarios de segunda generación se han reunido en Platja d´en Bossa para compartir experiencias y mejorar la gestión de sus negocios.

raquel sánchez | ibiza Unos 150 jóvenes empresarios de toda España participaron ayer en el XI Encuentro Nacional del Forum Familiar, una iniciativa organizada por el Instituto de la Empresa Familiar y las asociaciones territoriales vinculadas a este organismo.

Irene Jover, directora de la Asociación Balear de la Empresa Familiar, fundada en 1999, explicó que tienen 54 asociados en el archipiélago y cinco en Ibiza, «los más representativos de cada sector: hoteleros principalmente». No todo el mundo puede formar parte de esta agrupación, hay criterios de selección: se tiene que tratar de una empresa familiar en la que haya al menos dos generaciones trabajando, que tenga vocación de continuidad y que sea de las más representativas de su sector.

El objetivo de este foro, que hoy concluye y que ha durado tres días, es «ayudar a las nuevas generaciones a participar en la empresa y a continuar con el negocio del fundador».

En la jornada de ayer hubo diversas ponencias y mesas redondas, pero, además, los asistentes asistieron a la inauguración oficial que corrió a cargo del conseller balear de Hacienda. José Vicente Marí Bosó destacó que en las islas hay «grandes empresas familiares que exportan su saber a todo el mundo».

«Sabemos enseñar cómo se hace negocio en materia turística. Es un orgullo que vean que en Ibiza hacemos turismo y también reflexionamos, estudiamos y nos formamos para dar soluciones», afirmó.

Abel Matutes Prats, vicepresidente del Grupo Matutes, explicó su propia experiencia en la empresa que fundó su padre en una conferencia titulada ‘Emprender, innovar y suceder’. Relató la historia de este grupo hotelero y empresarial y el plan estratégico que se puso en marcha a iniciativa suya. «La inercia es peligrosa y en nuestra compañía ha habido bastante. Si ha ido bien durante 40 años, no la toques», explicó que le decían, antes de añadir que ha tenido suerte porque los «viejos» de su empresa «a base de explicarlo mucho, lo han entendido». Se refería al hotel Ushuaïa, por cuya reconversión recibió la Medalla al Mérito Turístico. Los asistentes a este forum tuvieron la oportunidad de comprobar personalmente las virtudes de este proyecto ya que el programa de la jornada para empresarios de segunda generación incluía una cena en este establecimiento y la posterior visita a la discoteca Pachá.

El hijo del jefe
Matutes Prats destacó la importancia de la «desintermediación» que ha logrado. «Es muy sano decir a un turoperador que solo le vas a dar 50 habitaciones y que el precio lo marcas tú. Nuestro cliente es el que entra en recepción, no el intermediario», insistió. El empresario ibicenco aconsejó a sus iguales «no rendirse» y «escuchar».

Confesó que su padre, el exministro de Asuntos Exteriores Abel Matutes Juan, «está acostumbrado a liderar y no a que le manden», pero fue aceptando algunas de sus propuestas.

«Cuando entras eres el hijo del jefe y eso no te lo quita nadie, ya seas listo, vago o trabajador. Tienes que demostrar más y ganarte a la gente que tiene suspicacias y piensa que no estás ahí por méritos propios», argumentó, aunque también admitió que es consciente de que no hubiera sido consejero delegado con 30 años de no haberse tratado de una empresa familiar.

Como anécdota, relató cómo tuvo que desalojar la suite presidencial para que pudiera ocuparla Di Caprio. A los ocupantes iniciales les ofreció otra suite, masajes y cena gratis, pero no accedieron hasta que les explicó que se trataba de «una estrella de Hollywood».

La sombra del padre es alargada y el exministro le robó el protagonismo a su heredero cuando, desde el público, intervino e hizo que los presentes arrancaran a aplaudir. «Quería venir de espectador, pero como le dijo el escorpión a la rana, el carácter es el carácter». Con amor de padre, dijo envidiar a su vástago por ser «guapo, joven, con dinero, con brillantes iniciativas y un equipo de gente de su edad que se ha ganado el respeto de los viejos». Sin embargo, no se privó de aconsejarle en público: «Te han salido las cosas demasiado bien en la vida. Sé más desconfiado y más prudente».

Autor Abel Matutes Prats

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