CuĂĄntas veces he localizado una empresa de interés con la cual he querido contactar para hacer alguna peticiĂłn o consulta, he optado por el correo electrĂłnico y no he obtenido respuesta nunca, o si lo he hecho ha sido muchos meses después cuando ya ni recordaba los motivos de mi mensaje. Sé que podĂa haber utilizado la llamada telefĂłnica, porque posiblemente también ofrecerĂan esa alternativa, pero ciertamente en esta era digital nos hemos vuelto demasiado flojos como para comunicarnos oralmente mediante el auricular. O tĂmidos.
A mĂ desde luego, me pasa. Que si bien necesito tener una vĂa contacto para posibles clientes o contactos que me sean de interés, sentarte al ordenador y entrar a la cuenta de la empresa, resulta hasta el extremo tedioso, y es fĂĄcil ser vĂctimas de la pereza, sobre todo, si no sueles recibir demasiados e-mails. A fin de cuentas, tus compaĂąeros, superiores y colaboradores te tratan a diario y en persona. Preferimos invertir nuestro tiempo en redes sociales.
Comunicarse por redes corporativas agiliza las relaciones
Las redes sociales sĂ que tienen su encanto, por el contrario. Y es que dentro de ellas es como la si la vida adquiriese otra dimensiĂłn, la virtual que, pese a tratar temas mĂĄs o menos serios y, por supuesto, reales, nos simular vivir vidas mĂĄs entretenidas o estar de ocio, aunque realmente no sea asĂ. Por esto, y porque las redes sociales nos han enganchado con la promesa de que nos humanizan, se estima que en poco tiempo, el e-mail del trabajo serĂĄ sustituĂdo por las redes sociales corporativas.
El cambio obedece sencillamente a una nueva cultura. ÂżTĂş también estĂĄs conectado al Facebook y al twitter en el trabajo? Y quién no! Para algunos empresarios de élite el correo es una pérdida de tiempo, pues apenas una porciĂłn de los e-mails recibidos a lo largo del dĂa son importantes. Las redes sociales corporativas la utilizan ya unas 200.000 empresas en el mundo, y es que fomentan una colaboraciĂłn mĂĄs productiva y agilidad al negocio.
Por el momento, Microsoft ya ha puesto en marcha Yammer. Y la experiencia prometedora estĂĄ ganando adeptos por dĂas. AsĂ que serĂĄ cuestiĂłn de tiempo que, incluso los mĂĄs rezagados, decidan dejar de lado el arcaico e-mail para dar paso a la red corporativa como medio de comunicaciĂłn, colaboraciĂłn e integraciĂłn para gestionar sus negocios. Todo sea por la productividad. El modelo empresarial estĂĄ cambiando.