En mitad del debate independentista en Cataluña un defensor de la separación de España, el tercer empresario mundial en productos derivados de la sangre, Victor Grifols Roura, ha anunciado el traslado de Barcelona a Irlanda de dos tercios de su negocio anual de 3.500 millones de euros.
Cambio que justifica por la menor presión fiscal en ese país de habla inglesa, no del gaélico, idioma propio, de 4,6 millones de habitantes y un producto interior bruto per cápita de 46.600 euros frente a los 30.588 españoles.
Añade que si Cataluña fuera independiente, con su propia fiscalidad, quizás no cambiaría.
Pero es falso: huye de Cataluña, no de España, porque los impuestos de la Generalidad y los municipales, y su legislación crecientemente anticompetitiva, dañan sus cuentas.
Si Grifols no fuera un notorio independentista haría como numerosos empresarios catalanes: establecerse silenciosamente en otras partes de España... PULSE ABAJO PARA LEER LA CRÓNICA COMPLETA Y VER A SALAS...