Emu-Bits: Gokujou Parodius

Los pingüinos suelen ser habiles nadadores, de hecho es fascinante observarlos cazar a tan bajas temperaturas en el Ártico o en la Patagónia. Quizás un hecho tan espectacular como poder observar a un pulpo lanzar la tina que ellos mismos generan para poder escapar de sus depredadores. Lo mejor de estas espécies es su habilidad por surcar el ciberespacio en busca de aventuras galacticas con el fin de pasar un buen momento. ¿Loco? Quizás, pero sólo cuando acabe de afirmar que tras los anteriores algunos peces y más de un cerdo ha volado por el mismo cielo que nos da cobijo.

Locura, quizás en eso pensaron los señores de Konami cuando tras haber creado el magnífico Gradius en 1985 se lanzaron a la piscina del sarcasmo y la caricatura cuando el tres años después crean un título llamado Parodious: El pulpo que salva la tierra o en japonés Parodius – Tako wa Chikyū o Sukū. El título en cuestión tuvo tanto éxito que poco a poco fueron cayendo juegos bajo dicha nueva IP.

Un sistema sencillo pero efectivo, se elige la nave que se desee o cualquier sucedanéo animal, y se aprieta el botón de disparo. Éste no dejará de estar apretado hasta que el juego llegue a su fin. Un scroll horizontal que nos obligará a avanzar y una munión de enemigos que irán apareciendo ante nosotros. Matarlos a todos y sobre todo esquivar sus disparos será la mayor dificultad a la que nos encontraremos.

Power Ups y campanas. Sí, campanas. Por una parte, los Power Ups dotaran de capacidades extra a las “curiosas naves” como pueden ser diversificadores en los disparos, naves acompladas que añadiran más disparos, mejoras en la velocidad o incluso la posibilidad de volver al estado inicial. Pero las campanas son diferentes, mejores diría yo que los Power Ups, ya que después de unos cuantos disparos éstas cambiarán de colores y dotarán a nuestra nave de algunos efectos extra por algunos segundos.

Super Nintendo – el cerebro de la bestia – o como era conocida en Japón Super Famicom fue la que acogió a uno de los diversos títulos de dicha saga. Gokujou Parodious fue en esencia una buena adaptación para dicha consola de la saga, manteniendo frescas las cualidades que hicieron que los que probaron el juego quedaran prendados de un concepto tan simple. No sólo por su gran variedad de escenarios sino por la jugabilidad que de forma simple ofrece acción injectada de forma directa en vena.

Enemigos salidos de una mente retorcidamente divertida que hace que nosotros nos deleitemos de cada uno de los “sprites” que se nos muestran. Y al igual que los enemigos de fase derrochan humor por todos los poros de sus chips. Barcos – gato gigantes, bellas mujeres semi desnudas que nos lanzarán todo su amor o loros pirate del tamaño del Empire State buscarán la manera de acabar con este sueño hecho videojuego.

Parodius es al igual que otros como Twinbee, R-Type, el mencionado Gradious, Omega Five o el mismísimo Ikaruga de esos juegos de disparos de acción desenfrenada que deja un regusto en el paladar digno de esos buenos quesos, melosos que tras un buen vaso de vino tinto se instalan en nuestra memoria para no irse nunca jamás.

Konami, 26 de Abril de 1994, Super Nintendo