Revista Salud y Bienestar
Los trastornos del movimiento son enfermedades neurológicas que afectan a la velocidad y facilidad del mismo. Se estima que el 5% de la población general sufre trastornos del movimiento en España.
Según el Dr. Luis Javier López del Val, médico adjunto del Servicio de Neurología y responsable de la Unidad de Trastornos de Movimiento del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, "todos los tipos de trastornos del movimiento pueden afectar a cualquier tipo de población y en cualquier edad, siempre en función de su origen. La distonía primaria suele aparecer en la edad adulta sin fecha de preferencia".
--"Toxina botulínica. Aplicaciones terapéuticas en el siglo XXI"
En este contexto se celebra en Madrid la V Jornada sobre Neurofarmacología y terapéutica de trastornos del movimiento, que reune a prestigiosos especialistas en torno al tratamiento de dichos trastornos.
En el marco de celebración de esta edición tiene lugar la presentación del libro "Toxina botulínica. Aplicaciones terapéuticas en el siglo XXI", obra del Dr. Luis Javier López del Val y el Dr. Alfonso Castro García, jefe de sección del Servicio de Neurología del Hospital Clínico del Complejo Universitario de Santiago de Compostela, que cuenta con la colaboración de Merz Pharma España.
El libro es una revisión actualizada de todos los usos que tiene la toxina botulínica en la actualidad, que van desde la neurología, que pasa por ser la aplicación terapéutica principal, hasta el uso estético; y de las indicaciones que se vislumbran para un fututo a medio y largo plazo. La toxina se usa en diferentes especialidades y por médicos generalistas.
En palabras del Dr. López del Val, "el uso mas importante de la toxina es el tratamiento de las distonías, en las que su experimentación y utilización están más avanzados, pero también se usa en diferentes tipos de temblor, en parálisis cerebrales coreo-distónicas, en discinesias tardías y en tics. Además se utiliza en el tratamiento de dolores musculares o mialgias, aunque no estén dentro de los trastornos del movimiento".
Cada día surgen nuevas indicaciones de la toxina, que ya se utiliza en el tratamiento del estrabismo, las cefaleas, trastornos de la deglución, patologías urológicas y tartamudeos.
Para los pacientes, el tratamiento con toxina botulínica no resulta peligroso. "Si el músculo no se contrae y se relaja durantes algunos meses (tiempo de duración de la toxina), desaparecen o disminuyen notablemente los síntomas que tiene el paciente. Además, con la toxina evitamos utilizar de forma continuada tratamientos orales", afirma el Dr. López del Val. La fracción total administrada con fines terapéuticos es sólo una mínima parte de la dosis requerida para causar daños de forma sistémica, y la toxina que queda fuera del músculo tratado es degradada en pocas horas.
--V edición de Neurofarmacología y terapéutica de trastornos del movimiento
El encuentro se desarrolla bajo la dirección del Dr. Juan Carlos Martínez Castrillo, neurólogo especialista en trastornos del movimiento del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y coordinador del Grupo Español de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN); y el Dr. Pedro J. García Ruiz, jefe asociado de Neurología de la Unidad de Movimiento Anormales del Servicio de Neurología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
Durante el evento formativo, organizado por la Sociedad Española de Neurología y la Asociación Madrileña de Neurología, se tratan temas relevantes en la disciplina, a través de ponencias sobre el tratamiento de las principales patologías asociadas a los trastornos del movimiento, como las distonías, mioclonos, temblores, tics y estereotipias.
Durante esta quinta edición, los ponentes especialistas tratan también la estimulación cerebral en el tratamiento de discinesias, así como sus formas clínicas y diferentes tratamientos; y las fronteras terapéuticas en los movimientos anormales y epilépticos.
-Tipos, origen y prevalencia de los trastornos
Los trastornos del movimiento engloban un grupo de enfermedades caracterizadas, bien por un exceso de movimientos (movimientos anormales involuntarios), o por una pobreza o lentitud de estos (síndromes rígido-acinéticos). Entre los primeros destacan las discinesias y entre los segundos la enfermedad de Parkinson.
La discinesia designa los movimientos anormales e involuntarios en las enfermedades nerviosas, que incluyen masticación repetitiva, movimiento oscilatorio de la mandíbula o gesticulación facial. Ocurren tanto en la musculatura estriada como en la lisa, siendo un síntoma típico el temblor.
El origen de estos trastornos es variado; es genético en el caso de las distonías (contracciones musculares involuntarias, que producen retorcimiento y retracción muscular con deformidades y dolor) y el temblor esencial. Otros trastornos suman factores genéticos y factores tóxicos exógenos y endógenos. Aproximadamente el 0,015% de la población padece distonías.
La mayor parte de los trastornos del movimiento se asocian a alteraciones patológicas de los ganglios basales, un grupo de núcleos de sustancia gris situados en los hemisferios cerebrales, el diencéfalo y el mesencéfalo.
**Dr. Alfonso Castro García, jefe de sección del Servicio de Neurología del Hospital Clínico del Complejo Universitario de Santiago de Compostela y Dr. Luis Javier López del Val, responsable de la Unidad de Trastornos de Movimiento del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
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