Revista Cultura y Ocio
¡Buenas a todos!
Ya ha pasado otra semana más en la que seguimos avanzando en la lectura de El Quijote. En este capítulo 7… ¡Por fin aparece Sancho! Aunque tengo que reconocer que no era como me imaginaba. Eso si, por fin parece que desde este punto vendrán aventuras interesantes.
De la segunda salida de nuestro buen caballero Don Quijote de la Mancha
Retomamos justo tras la criba de libros tan interesante que hicieron en el capítulo 6, y durante la cual el pobre Don Quijote estuvo en la cama todo el tiempo. Al despertar monta un numerito de locura, con cuchilladas al aire incluidas. Así que sus “amigos” deciden tapiar la biblioteca y hacerle creer que se la ha llevado un mago enemigo suyo. ¡Y cuela!
Pero en el fondo Don Quijote es más listo y se prepara durante dos semanas, en las que se comporta relativamente bien, y adopta a Sancho Panza como su escudero. Le promete para ello que en un futuro podría tener su propia isla para gobernar. El pobre Sancho, que no parece muy listo, acepta fugarse con él.
Así que pasado un tiempo salen en plena noche sin que les vea nadie y recorren exactamente el mismo camino que en la primera fuga que hizo en solitario. Sin embargo, empieza a forjarse una imagen de Sancho, cuya primera frase directa es estas:
Mire vuestra merced, señor caballero andante, que no se le olvide lo que de la ínsula me tiene prometido, que yo la sabré gobernar, por grande que sea
Así que en el fondo vemos que es un campesino bastante pobre que en realidad hace esto como un sacrificio para poder darle algo a su familia, y en ese momento entran en una discusión acerca de si su mujer vale o no para reina, que mejor quedaría en condesa. Aquí se inicia ese extraño tándem de locura-realismo que caracterizará toda la novela.
Por el momento eso es todo, pero ya sé que en el siguiente capítulo tendremos algo muy conocido…. Ahora contadme ¿Cómo lleváis vosotros esta lectura?