Revista Sociedad
Por Luis Herasme.
La prejuiciada sentencia del Tribunal Constitucional -TC-, creada a imagen y semejanza de lo más rancio del ultra-nacionalismo dominicano, no imaginó que en su aventurero camino de ocupar la opinión pública y provocar enfrentamientos entre dominicanos, se encontraría con un muro de contención cultural llamado Palito de Coco.
El autor es haitiano y por cuanto no está entre los decenas de miles de dominicanos de ascendencia haitiana en amenaza de perder su nacionalidad. De hecho esta creatividad, no guarda ninguna relación con la Sentencia. No obstante, su ritmo y sus letras aparentemente ingenuas, arropan la principal atención de la alegría e idiosincrasia del pueblo dominicano.
Viene a ser que las redes sociales y los medios radiales y televisivos han subido a todo lo alto a Palito de Coco, sin proponerse ni imaginar de su efecto demoledor contra una sentencia improcedente e inviable en el contexto civil y sociocultural de la República Dominicana.Editado en Neiba, Cabecera de la Provincia Bahoruco, República Dominicana.
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