Las obras se organizaron en cuatro bloques con un intervalo de 10 minutos hacia la mitad, reconociendo un desgaste físico por la dureza de cada uno de los temas. El inicio ya fue para examen con Elisabethae vero (para doble coro) de Jacobus Gallus (en el vídeo superior), seguido del Salmo 43 a 8 voces "Richte mich, Gott" de Mendelssohn, obra habitual de su repertorio, y otro de los "estrenos", Skrinja orehova (1981) de Uros Krek. Todo lo bueno del coro lo pudimos percibir no ya en esos salmos quasi bachianos que dominan como nadie, sino en las nuevas obras preparadas con todo lujo de detalle: afinación perfecta, empaste increíble y esa dinámica impresionante capaz de susurrar haciéndonos aguantar la respiración, hasta unos ff siempre "en su sitio" con unas partituras que por algo marcan la diferencia entre un concierto y un concurso. La primera prueba de fuego estaba pasada.
Para el "fin de fiesta" nada mejor ni con más sabor que Fariñona y marañueles (2006) de Albert Alcaraz, un "clásico astur" que siendo actual entiende como nadie el folklore autóctono con esa calidad nuevamente única en las voces del coro gozoniego, engrandeciendo toda obra coral que canten.
P. D. : el vídeo arriba incrustado tiene calidad adaptada al blog sólo para apreciar una mínima parte de lo escuchado. Con tiempo estarán subidos en mi Canal de YouTube®, en HD.