EN BELÉN, LLORA UN NIÑO
En Belén, se halla un niño
sobre un pesebre con heno.
Llorando está sin consuelo.
Este infante, ¿qué tendrá?
Llevémosle una naraja
madurada al sol de otoño,
para que pueda el retoño
con esta esfera jugar.
Entre las pajas, el crío
con la naranja no juega.
El sofocón no le cesa.
Ángel puro, ¿qué será?
Cantémosle alabanzas
proclamando la blancura
de una pía progenitura
destinándole a reinar.
El niño, las aleluyas
entre sollozos no oye.
¿Qué haremos para que el pobre
puédase al fin contentar?
LLegando su madre presta,
el nene pone al regazo.
Acunándolo entre brazos,
se empieza el rorro a calmar.
¡Acerquémonos nosotros
de la mano, en alegría!
El niño, al ver las sonrisas,
comienza a carcajear.
(Tabla de La Natividad, del taller de Luis de Morales, en el retablo de la iglesia de San Martín de Plasencia; imagen superior.
Cuadro de La Natividad, en el retablo del altar mayor de la iglesia parroquial de la Santa Vera Cruz, en Santa Cruz de la Sierra; imagen inferior).