La llegada del calor, que ya ha comenzado a hacerse notar por nuestra tierra, modifica algunos de nuestros hábitos y costumbres... En breve, volveremos a vivir confinadas; las altas temperaturas nos obligarán a recluirnos en nuestros hogares, o en cualquier lugar bien provisto de aire acondicionado, la mayor parte de las horas del día... En breve, tiraremos de una patada los pantalones, especialmente los vaqueros, pues serán las prendas más insufribles de llevar, al menos, para nosotras dos... En breve, comenzaremos a alimentarnos casi exclusivamente de gazpacho y ensaladas, olvidando el cuchareo de sopas y potajes hasta que vuelva a visitarnos el frío... Y ya que hablamos de alimentos, en breve, no tendremos más remedio que guardar los huevos en la nevera por miedo a que la canícula nos juegue una mala pasada con ellos... Desventajas de la climatología; hasta el otoño tendremos que prescindir de nuestro coqueto porta huevos, que tanto juego decorativo nos da en la cocina...