Por Katie Bro desde Colombia
No sé si estés en busca de un nuevo amor o ya lo hayas encontrado, pero particularmente, soy de esas que piensa que el amor no se busca, él llega por sí solo cuando menos lo esperas, pero, cuando estás tanto tiempo sola, a pesar que dices disfrutar de tu soltería y tu espacio (la mayoría del tiempo es así), en el fondo sabes que quisieras tener a alguien con quien compartir ciertos momentos y, no sé si sea el efecto de ver/leer tantas historias románticas, escuchar canciones para enamorados, ver a tus amigos emparejados, etc., pero es en ese lapsus en que te preguntas ¿debo buscar el amor?
Ojo, hay una gran diferencia entre buscar y mendigar amor, eso último, jamás; hay días en que al ver parejas peleando, relaciones tóxicas y/o infidelidades, te dices "menos mal estoy soltera", pero hay otros (como hoy) en los que quisieras tener un compañero de baile, de risas, un cómplice, un amor; al mismo tiempo, se unen muchos otros factores: estás lejos de tus amigos, de tu familia y es entonces cuando la soledad se hace mayor y te surge otro interrogante, ¿cómo conseguirlo? Sí, ya sé que les dije que el amor llega solo, pero te pones a pensar si no le das el momento para que esto ocurra, ¿cómo va a llegar? Vives en una rutina del trabajo a la casa y viceversa, o en otro caso, estás en un largo período de vacaciones (desempleada) en el que poco sales de casa, parece no haber opciones.
Entonces la nostalgia se apodera de ti, claro, temporalmente; empiezas a recordar tus viejos amores y si alguna relación quedó en “stand by” te preguntas: ¿habrá otro capítulo juntos?, ¿debo buscarlo a él? Pero entonces, para completar, escuchas una canción colombiana que dice “¡Ay! Corazón, mira bien, ¿de qué vale recordar momentos de aquel querer? Si ya nunca volverán”, y te dices que lo pasado pasó y tarde o temprano surgirá un nuevo romance.
Sabes que mereces una linda historia de amor, eres una gran chica, lo que dirían, un buen partido y te dices "yo lo merezco", "yo quiero sentir ese lindo amor, que te robe un suspiro, que te haga cosquillitas en el estómago, que te alegre el día con un beso, etc."; en el fondo y, aunque creas que esos romances de película no son para ti, guardas las esperanzas de que llegue tu compañía.
Empezar a pensar con la razón y no con el corazón para dejar la nostalgia a un lado, seguir tu vida, vivirla al máximo y dejar todo en manos del destino, es cuestión de esperar. ¿Que cuándo llegara el amor? Eso no lo sé, pero se acerca un nuevo año y renace la esperanza de encontrar un nuevo amor.