Revista Cultura y Ocio
“Se han obtenido nuevos datos del hombre asesinado el pasado martes en Ponferrada. Según han informado fuentes del cuerpo Nacional de Policía de León, el hombre disfrazado de Papá Noel recibió seis puñaladas en el vientre antes de ser degollado. La policía estudia la posibilidad de que este homicidio tenga relación con los otros cinco Papá Noeles asesinados durante la pasada semana en Écija, Gran canaria, Barcelona, Tudela y Benicasim”.
Apago el televisor. La abuela duerme en el sofá, con el turrón intacto junto al vaso de la dentadura postiza. La recuerdo en otras navidades, cuando aún era capaz de reconocerme. Decía que un día me haría famoso, siempre a la carga con sus refranes:
-Si quieres buena fama que no te de el sol en la cama –Repetía una y otra vez.
La señal de correo entrante me lleva al cuarto. Reviso la colección de mariposas secas de sexto curso, fue la mejor de todo el colegio. Una reseña breve en la revista trimestral, nada más. Las cabezas de los alfileres clavados en los insectos brillan intermitentes en la penumbra, iluminados por el aviso que parpadea en el monitor.
El mensaje es escueto, escrito en Arial negrita de color rojo. Lo envía Jakpo16, uno de los miembros del “Blood Project”:
-Monarka, es tu turno –me dice. Y yo, se que tengo que hacer.
El cuchillo de trinchar en el bolsillo pesa más de lo que esperaba cuando me aproximo al centro comercial iluminado de navidad y veo a Papá Noel.
Texto: Fernando Martínez
Apago el televisor. La abuela duerme en el sofá, con el turrón intacto junto al vaso de la dentadura postiza. La recuerdo en otras navidades, cuando aún era capaz de reconocerme. Decía que un día me haría famoso, siempre a la carga con sus refranes:
-Si quieres buena fama que no te de el sol en la cama –Repetía una y otra vez.
La señal de correo entrante me lleva al cuarto. Reviso la colección de mariposas secas de sexto curso, fue la mejor de todo el colegio. Una reseña breve en la revista trimestral, nada más. Las cabezas de los alfileres clavados en los insectos brillan intermitentes en la penumbra, iluminados por el aviso que parpadea en el monitor.
El mensaje es escueto, escrito en Arial negrita de color rojo. Lo envía Jakpo16, uno de los miembros del “Blood Project”:
-Monarka, es tu turno –me dice. Y yo, se que tengo que hacer.
El cuchillo de trinchar en el bolsillo pesa más de lo que esperaba cuando me aproximo al centro comercial iluminado de navidad y veo a Papá Noel.
Texto: Fernando Martínez