Cada detalle suma y es importante. Me han encantado siempre los radiadores antiguos, grandes, enormes… No sólo porque siento que calientan mejor que muchas de las estufas que la mayoría de nosotros tenemos en nuestras casas o de otros sistemas de aire caliente (y frío para el verano). Bobadas. Nada como esos radiadores. Y no sólo por el calor que desprenden. Su aspecto: me encanta. Cuando no están funcionando, en verano, podemos poner plantas sobre ellos, montones de revistas o libros… O optar, para todo el año, por colocar una estantería (a suficiente distancia para no quemarla) en la que poner exactamente lo que comentaba: libros, revistas, plantas, velas, cactus, jarrones antiguos…