Revista Salud y Bienestar
En 2009, numerosos habitantes de las provincias chinas de Hubei y Henan acudieron al médico con un cuadro de fiebre, molestias gastrointestinales y alteraciones en los niveles de plaquetas y leucocitos. El extraño trastorno, de origen desconocido, provocaba la muerte de un considerable porcentaje de los afectados, lo que activó la alerta de las autoridades.
Pronto se inició un estrecho seguimiento de los casos; lo que ha hecho posible la identificación del 'culpable': un virus que se transmite a través de la picadura de una garrapata y que, hasta el momento, era desconocido para los humanos.
La revista 'The New England Journal of Medicine' publica todos los detalles del rastreo, localización y aislamiento de este patógeno bautizado como 'SFTS', una denominación que responde a las siglas en inglés de 'síndrome de trombocitopenia con fiebre severa'.
"Se trata de un nuevo virus que hemos identificado en China como el causante de una enfermedad que puede resultar mortal", comentan en la revista médica los autores del trabajo, del Centro chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El primer caso de analizaron fue el de un hombre de 42 años procedente de una zona rural que llegó al hospital con fiebre alta, fatiga, diarrea y dolor abdominal, déficit plaquetario y alteraciones en sus leucocitos, entre otros problemas.
En un principio, sospecharon de trastornos ya conocidos como la leptospirosis, la fiebre hemorrágica asociada a un síndrome renal o la anaplasmosis. Sin embargo, un análisis de sangre descartó la presencia de estas enfermedades. La prueba, en cambio, puso a los investigadores sobre la pista de un nuevo virus, que habían podido aislar en su sangre.
Para comprobar la relación entre el patógeno y la enfermedad, estos científicos realizaron un estudio a casi 250 pacientes hospitalizados con síntomas similares al primer caso. En 171 de ellos –procedentes de Henan y Hubei y otras cuatro provincias limítrofes- se confirmó la presencia del virus.
Posteriores análisis identificaron al patógeno como un arbovirus, un tipo de patógeno que se transmite a través de la picadura de diferentes artrópodos.
En concreto, este arbovirus parece transmitirse con la picadura de garrapatas del género Ioxides, presentes en la zona Central y Noroeste de China. "En ningún caso encontramos evidencias de una transmisión entre humanos", subrayan los investigadores.
Para Jordi Reina, virólogo del Hospital Universitario Son Espases de Palma de Mallorca, el trabajo de estos científicos es interesante ya que "amplía un poco más el espectro de las arbovirosis humanas demostradas".
Su hallazgo, en cualquier caso, no debe resultar alarmante para la comunidad internacional ya que "una de las ventajas de los arbovirus y del SFTS en concreto es que sólo podemos encontrarlos donde existe el vector que lo transmite".
"Los vectores son muy estrictos en su distribución geográfica y sensibles a las variaciones climatológicas, especialmente la temperatura. Por ello, es muy difícil pensar que, por ahora, pueda ser una amenaza real para otras poblaciones distintas a las originales [de la investigación]", continúa.
Según explica este especialista, el descubrimiento de nuevos virus es relativamente frecuente desde que, a raíz de la pandemia del SARS, se iniciarion programas de vigilancia epidemiológica y virológica.
"Esto ha permitido la identificación de cerca de 15 nuevos causantes tanto de cuadros respiratorios, como gastrointestinales o de encefalitis", aclara.
"Existen unos protocolos de actuación en salud pública que se ponen en marcha cuando se detecta en una determinada área una patología distinta no conocida o un brote de una enfermedad. Esto se realiza también en nuestro país y ha permitido detectar precozmente brotes importados de sarampión, poliomielitis o hepatitis", concluye.
**Publicado en "El Mundo"
Pronto se inició un estrecho seguimiento de los casos; lo que ha hecho posible la identificación del 'culpable': un virus que se transmite a través de la picadura de una garrapata y que, hasta el momento, era desconocido para los humanos.
La revista 'The New England Journal of Medicine' publica todos los detalles del rastreo, localización y aislamiento de este patógeno bautizado como 'SFTS', una denominación que responde a las siglas en inglés de 'síndrome de trombocitopenia con fiebre severa'.
"Se trata de un nuevo virus que hemos identificado en China como el causante de una enfermedad que puede resultar mortal", comentan en la revista médica los autores del trabajo, del Centro chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El primer caso de analizaron fue el de un hombre de 42 años procedente de una zona rural que llegó al hospital con fiebre alta, fatiga, diarrea y dolor abdominal, déficit plaquetario y alteraciones en sus leucocitos, entre otros problemas.
En un principio, sospecharon de trastornos ya conocidos como la leptospirosis, la fiebre hemorrágica asociada a un síndrome renal o la anaplasmosis. Sin embargo, un análisis de sangre descartó la presencia de estas enfermedades. La prueba, en cambio, puso a los investigadores sobre la pista de un nuevo virus, que habían podido aislar en su sangre.
Para comprobar la relación entre el patógeno y la enfermedad, estos científicos realizaron un estudio a casi 250 pacientes hospitalizados con síntomas similares al primer caso. En 171 de ellos –procedentes de Henan y Hubei y otras cuatro provincias limítrofes- se confirmó la presencia del virus.
Posteriores análisis identificaron al patógeno como un arbovirus, un tipo de patógeno que se transmite a través de la picadura de diferentes artrópodos.
En concreto, este arbovirus parece transmitirse con la picadura de garrapatas del género Ioxides, presentes en la zona Central y Noroeste de China. "En ningún caso encontramos evidencias de una transmisión entre humanos", subrayan los investigadores.
Para Jordi Reina, virólogo del Hospital Universitario Son Espases de Palma de Mallorca, el trabajo de estos científicos es interesante ya que "amplía un poco más el espectro de las arbovirosis humanas demostradas".
Su hallazgo, en cualquier caso, no debe resultar alarmante para la comunidad internacional ya que "una de las ventajas de los arbovirus y del SFTS en concreto es que sólo podemos encontrarlos donde existe el vector que lo transmite".
"Los vectores son muy estrictos en su distribución geográfica y sensibles a las variaciones climatológicas, especialmente la temperatura. Por ello, es muy difícil pensar que, por ahora, pueda ser una amenaza real para otras poblaciones distintas a las originales [de la investigación]", continúa.
Según explica este especialista, el descubrimiento de nuevos virus es relativamente frecuente desde que, a raíz de la pandemia del SARS, se iniciarion programas de vigilancia epidemiológica y virológica.
"Esto ha permitido la identificación de cerca de 15 nuevos causantes tanto de cuadros respiratorios, como gastrointestinales o de encefalitis", aclara.
"Existen unos protocolos de actuación en salud pública que se ponen en marcha cuando se detecta en una determinada área una patología distinta no conocida o un brote de una enfermedad. Esto se realiza también en nuestro país y ha permitido detectar precozmente brotes importados de sarampión, poliomielitis o hepatitis", concluye.
**Publicado en "El Mundo"
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